Aquellos que consideran que el Black Friday es una cosa obscena, y emplean para describirlo expresiones como “orgía consumista” o “apoteosis del capitalismo” -en sentido crítico: hay gente que las usa como si fueran algo bueno- tienen en el próximo martes un motivo para creer que la vida no es solo trabajar, consumir y morir, como rezaba un grafiti en el Born de Barcelona que hace unos años se hizo célebre. Bastante en las antípodas de gastar dinero sin freno en pos de la satisfacción personal, el Giving Tuesday invita a gastar el dinero en el otro, y no cualquier otro: el otro al que la vida no le ha sonreído. Por segundo año consecutivo, España se suma a la gran jornada de la solidaridad.

"Menos Black Friday ymás Giving Tuesday; menos consumir y más dar", dice Ricard Valls

La idea nació hace cinco años en EEUU y consiste en un día dedicado a dar: dar dinero o dar horas de voluntariado o dar alimentos o cualquier cosa que sea útil a los demás. Los donantes consultan una larga lista de proyectos solidarios apuntados a la iniciativa, escogen y canalizan sus dádivas -esa palabra en desuso- a través de internet. Este año, a la versión española se han apuntado cerca de 300 organizaciones, y no es casualidad que tenga lugar pocos días después de la gran orgía consumista. “Los primeros que lo pusieron en marcha en EEUU lo plantearon así, dijeron: ‘Oye, esto de la fiesta del comercio está muy bien, pero, ¿por qué no hacemos también una fiesta de las donaciones?’ Nosotros nos apuntamos a eso, y decimos: menos Black Friday y más Giving Tuesday. Menos consumir y más dar”.

VOLUNTARIADO NO CUANTIFICABLE

Ricard Valls es socio director de Zohar, una empresa de consultoría y márketing social que desde hace 25 años asesora a fundaciones y oenegés en la tarea de captar fondos, y que fue la responsable de traer el Giving Tuesday a España hace un año. Entonces consiguió que 210 proyectos solidarios se apuntaran a la iniciativa. “Y este año ya vamos por 300, lo cual nos satisface porque demuestra que vamos creciendo”. En términos de dinero -lo cuantificable-, el primer martes solidario español se saldó con 405.000 euros en donaciones, pero hay una parte no cuantificable, “las horas de voluntariado”, dice Valls, que tendrá siempre la categoría de enigma. El Giving Tuesday ya se celebra en más de 80 países, “y tiende a crecer más en los países donde hay un Black Friday muy fuerte”. Que es el caso de España.

El dinero recaudado en el 2015 representó el 0,1% de lo que movió la jornada consumista

¿Cuánto mueve el simpático martes solidario con respecto al viernes negro consumista?La diferencia es escalofriante. Es cierto que el Black Friday tiene más recorrido, pero aún así. “La proporción -dice Valls- es del 0,1%: el Black Friday del año pasado movió en España 1.200 millones de euros, y como ya dije, el Giving Tuesday movió 405.000”. Pero la perspectiva es de crecimiento, y este año el objetivo es que la recaudación alcance entre 800.000 y 1 millón de euros. “Lo que aquí falta es la implicación del mundo empresarial, que debe entender que una sociedad también se construye a base de capital social. En la cultura anglosajona está más interiorizado lo de dar dinero. Aquí no tanto”.

ESCUELAS EN MÉXICO

Hay grandes y pequeños proyectos apuntados; grandes y pequeñas oenegés. “El año pasado participamos con un proyecto de colonias de verano en escuelas de México y Senegal, que es donde trabajamos, y este año lo hacemos con un proyecto de becas escolares para las escuelas senegalesas”, dice Mireia Gil, técnica de proyectos de la Fundació Educació Solidaria. “Aparte de lo que puedas recaudar -reflexiona- es una iniciativa que te da visibilidad, y eso también es importante”. La Unión de Asociaciones Familiares con sede en Madrid participa por primera vez con el proyecto 'Ni una niña más con mutilación genital', cuyo objetivo es recaudar fondos para sensibilizar a familias y comunidades de Guinea Bissau. “El Giving Tuesday es una idea magnífica -opina la directora, Julia Reyes-. No solamente somos consumidores, tenemos la suerte de vivir en un Estado de bienestar y la obligación de ser solidarios con los que no tienen la misma suerte que nosotros”.