Más de 104.000 personas han firmado en internet una petición que reclama a la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia que despida a la profesora que defendió en una clase de periodismo argumentos como que el aborto tras una violación es intolerable porque un hijo siempre "es un don de Dios".

Esta petición está alojada en la plataforma change.org y desde el pasado 27 de marzo, un día después de que la profesora expresara esa y otras polémicas afirmaciones, miles de usuarios, la mayoría desde las redes sociales, han avalado con su firma que la universidad ejecute el "despido inmediato" de la profesora de Doctrina Social de la Iglesia Gloria Casanova.

Esta profesora, según fuentes de la Universidad Cardenal Herrera-CEU, continúa dando clase en el centro pero ya no en Periodismo.

Estas fuentes han señalado, respecto a la petición de la citada plataforma virtual, que esta institución académica "respeta los derechos laborales de los profesores".

Los firmantes de la petición censuran el "fanatismo y adoctrinamiento" de esta docente, quien con sus afirmaciones expresadas en un aula universitaria "fomenta y justifica la violencia contra la mujer, las violaciones o la discriminación de las personas por su orientación sexual".

Tras citar entrecomilladas algunas de las frases vertidas en esa clase y que al día siguiente reprodujeron varios medios de comunicación gracias al testimonio de varios alumnos, la petición virtual considera "intolerable" que una profesora "transmita tales ideas a sus alumnos desde una posición de autoridad".

Dos días más tarde de aquella polémica clase de tercer curso de Periodismo, la Fundación Universitaria San Pablo CEU aseguró en un comunicado que sus enseñanzas "no admiten interpretaciones extremas que deriven en menosprecio de la dignidad y la libertad de la persona humana".

Por su parte, la Universidad CEU-Cardenal Herrera defendió entonces "el debate plural" como el que en su opinión generó entre sus alumnos esa profesora del centro.

La consellera de Educación, María José Catalá, enmarcó en la "libertad de cátedra" las opiniones expresadas por esta profesora, con independencia de que las comparta o no.