Más de 2.000 conductores han dado positivo por alcohol en los controles realizados por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en la primera semana de la campaña especial de control de alcoholemia, que comenzó el pasado 8 de diciembre y finalizará el próximo domingo 21 de diciembre.

Según ha informado la Dirección General de Tráfico, de las 175.465 pruebas realizadas, 2.062 personas conducían habiendo ingerido una tasa de alcohol superior a la permitida.

De las 2.062 denuncias, 1.765 se han detectado en puntos de verificación de alcoholemia, 123 por motivo de infracción, 141 por accidente y 33 por los síntomas de embriaguez que mostraba el conductor.

Las pruebas no sólo se realizan en horario nocturno, también al mediodía para que los controles resulten también disuasorios durante las típicas comidas de Navidad que son propias de este mes.

A pesar de que los conductores cada vez están más concienciados, aún persiste, como ponen de manifiesto los datos de esta campaña de la DGT, un pequeño reducto de conductores que continúan poniéndose al volante después de haber bebido alcohol, y no son conscientes de los peligros a los que exponen al resto de conductores.

La conducción de vehículos habiendo ingerido bebidas alcohólicas con tasas superiores a las establecidas es una infracción muy grave que está castigada con multa de 300 a 600 euros, imponiéndose además, en todo caso, la suspensión del permiso para conducir por un periodo de hasta tres meses.

Por su parte, el Código Penal establece penas de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.