El uso de mascarillas es desde ayer obligatorio en Pisco para prevenir epidemias originadas por la descomposición de los cadáveres enterrados bajo los escombros. Además hay carencia de agua potable. La destrucción del 80% de la ciudad obligó a las autoridades sanitarias a tomar medidas y distribuir máscaras de protección entre los ciudadanos de todas las edades. El olor a cuerpos en descomposición invade algunas partes de la ciudad, en especial la zona del centro, donde los bomberos siguen removiendo las ruinas.