El fiscal solicita 18 años de prisión para F.J.M.A., de 27 años, acusado de matar a su novia a pedradas después de que, mientras mantenían una relación sexual, ella le confesara que había mantenido relaciones con un amigo y que deseaba hacer un trío con él. En el escrito de conclusiones provisionales el fiscal explica que F.J.M.A. comenzó la relación sentimental a principio de 2003 y en febrero "comenzaron a vivir juntos", si bien desde el principio la relación fue "tormentosa" debido al carácter agresivo de él, que además era consumidor habitual de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes.

En diciembre de ese año la pareja decidió romper la convivencia y residir en domicilios diferentes, aunque siguieron manteniendo el noviazgo pese a que continuaron las disputas. Entre esas peleas, el fiscal asegura que en marzo de 2004 la mujer se dirigió al domicilio del acusado y le recriminó que estuviera ebrio, por lo que el acusado la golpeó con dos sillas en la espalda que le hicieron caer al suelo, "donde continuó pegándole patadas".

Tras estos hechos, un juzgado cordobés condenó a F.J.M.A. a una pena de cuatro meses de prisión y a no aproximarse a la víctima a una distancia de 500 metros o comunicarse con ella. A pesar de ello, la mujer "propició" que se mantuviera la relación por lo que el noviazgo "continuó con encuentros esporádicos". En uno de ellos, que tuvo lugar en el solar de la antigua fábrica de Cepansa, mantuvieron una relación sexual en la que el acusado "se molestó bastante" porque ella llevaba puesto tanga "a pesar de que se lo tenía prohibido".

Poco después, la mujer le dijo que había mantenido relaciones con un amigo suyo y que deseaba hacer un trío con él, momento en el que le "estrelló" en la cabeza una piedra de "grandes dimensiones" y posteriormente le golpeó "con varios ladrillos" por lo que la mujer quedó semiinconsciente. Acto seguido, le asestó "al menos" trece puñaladas y, al escuchar un gemido de ella, "se dio cuenta de que aún no había fallecido por lo que" le lanzó "fuertemente" hacia la cabeza otra piedra que acabó finalmente con su vida.

En los días posteriores, el acusado le contó a su amigo M.M.L. que había matado a su novia y éste le ayudó a que se aseara y le curó las heridas en las manos. El escrito especifica que la fallecida tenía un hijo de 5 años de una relación anterior y que el acusado, al tiempo de cometer los hechos, se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas, estado que "no le impedía actuar adecuadamente".

Por estos hechos, el fiscal solicita una pena de prisión de 18 años para F.J.M.A. por un delito de asesinato, mientras que pide dos años de cárcel para M.M.L. por encubrimiento.