Se comprende que José María Aznar quiera disfrutar a tope de estas vacaciones. Las del año que viene ya no serán iguales. Quizá sus ahorros le permitan volver a alquilar Son Camar² y hasta puede que le vuelvan a prestar el Menorquín III, pero Aznar ya no será presidente y, aunque vuelva a Menorca, deberá decir adiós a todo el aparato que rodea a quienes ostentan el poder.

Pero hasta que lleguen los nuevos tiempos, Aznar y familia disfrutan de los buenos. Ayer, con su hijo Alonso y otros parientes, disfrutaron de una jornada marinera que les llevó a una cala en la que vivieron unas horas de paz y sosiego. Baño va, baño viene. Ana Botella hasta nadó desde el barco hasta la playa (en la foto de la derecha, en la arena de la cala menorquina), mientras el presidente la esperaba en la popa del Menorquín III (en la foto de la izquierda).

VACACIONES SIN APAGON

Porque ahora, aunque no se puede hablar de lujos, las vacaciones de Aznar son confortables y seguras. Del verano pasado a éste, el camino de acceso a Son Camar² ha sido asfaltado y ya no te dejas los riñones con el traqueteo. Un equipo electrógeno de alta potencia asegura el suministro de electricidad a la finca, de modo que aunque vuelva a repetirse el apagón del pasado día 21 de julio que dejó sin luz a Mallorca y Menorca, el presidente no tendrá que echar mano de las velas para seguir enfrascado en la reposada lectura de uno de sus libros preferidos.

La biblioteca de verano de Aznar, si se mira con ojos poco cultivados, es tan densa que tanto puede cultivar la mente como producir efectos somníferos. El presidente tuvo a bien regalar a esta cronista (con afán pedagógico, sin duda) la lista manuscrita de sus libros de verano y su sola lectura es un ejercicio sólo comparable al de intentar descifrar el futuro de la cúpula del PP. Ni el propio Aznar entiende su letra, según pudo comprobarse el pasado viernes cuando procedía a leer la lista ante los medios de comunicación interesados por sus libros de compañía.

Esperemos que en su famosa libreta azul, que le acompaña en las vacaciones, escriba con letra más clara el nombre de su sucesor, no sea que a la hora de leerla confunda a Rato con Pato, a Mayor con Menor y a Acebes con Percebes. y tengamos un lío.