Una combinación letal: cena en un restaurante lujoso, un exclusivo automóvil con tapicería de cuero blanco y un disco que promocionar. David y Victoria Beckham sucumbieron al poder afrodisiaco de esta mezcla y se pusieron manos a la obra en el interior de su Bentley. En pleno desafuero, aparecieron los paparazzi de dominical News of the World para inmortalizar la lúbrica estampa (en las fotos, la secuencia publicada).

Todo sucedió el fin de semana en Londres. La exspice girl y su marido cenaron en el Nobu --el mismo local en el que Boris Becker concibió una hija no deseada con una modelo rusa-- para celebrar que el nuevo sencillo de la cantante se ha encaramado al número tres de las listas británicas. Todo un hito para Victoria.

UNA PASION ARREBATADORA David Beckham, que se recuperaba de una lesión sufrida en un tobillo, y su esposa se dirigían tras el ágape a su mansión de Hertfordshire pero a medio camino les pudo la pasión. "Los dos parecían estar un poco borrachos y cuando nos dimos cuenta estaban practicando sexo. Está claro que ellos creían que no los veríamos a través de los cristales tintados del coche, pero los flases nos permitieron disfrutar del momento", asegura uno de los reporteros gráficos que captaron las imágenes de la pareja.

Sin embargo, en el Reino Unido hay quien afirma que las fotos fueron pactadas para que Victoria obtuviese una dosis de promoción gratuita. Mientras tanto, los portadistas de los periódicos británicos ponen a juego su ingenio: "Victoria sabe cómo agarrar a su marido", tituló The Mail on Sunday; "Victoria lo tiene agarrado por las pelotas," The Sun.