El acuerdo al que el Gobierno de España llegó con el de Mauritania el pasado viernes para que los inmigrantes a bordo del carguero Marine I pudieran desembarcar en el puerto de Nuadibú fue verbal. A la hora de ratificarlo, las autoridades africanas se echaron atrás. Finalmente, ayer al mediodía, las autoridades españolas y mauritanas sí alcanzaron un acuerdo para remolcar el buque hasta este puerto y atender a los sin papeles que desde hace ocho días se encuentran fondeados frente a las costas africanas. Así lo anunció ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que destacó el criterio "humanitario" que han tenido las conversaciones.

Visto buenoEl titular de Interior aseguró que los casi 400 sin papeles africanos y asiáticos serán repatriados a sus países de origen después de que se les identifique y se les atienda. A última hora de la tarde de ayer, no obstante, el barco todavía no había llegado al puerto mauritano, sino que estaba fondeado a dos millas esperando el visto bueno definitivo de las autoridades mauritanas. El acuerdo recoge que será España quien se encargue de devolverlos a sus países de origen, una vez que reciban asistencia médica, para lo cual ya está preparado un dispositivo de Cruz Roja y la Media Luna Roja en el que participan alrededor de 40 personas. Los africanos serán repatriados desde Mauritania, mientras que los asiáticos irán a sus lugares de procedencia, bien desde el país africano, bien a través de España.

El ministro destacó que la negociación con Mauritania ha tenido tres vértices. El primero, el humanitario, porque hay enfermos dentro del carguero; el segundo responde al derecho internacional, que establece que cualquier barco varado en alta mar debe ser conducido al puerto más cercano; el tercero, el interés español: "No podemos consentir que cada vez que se encuentre un barco en alta mar sea conducido a las Canarias", señaló.

Rubalcaba aseguró que el acuerdo se cerró el viernes, tal como señaló tras la reunión del Consejo de Ministros la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pero en el momento de la rúbrica las autoridades mauritanas solicitaron la inclusión de nuevas cláusulas. Precisamente el Consejo de Ministros acordó conceder una subvención extraordinaria a Mauritania por valor de 665.000 euros para la mejora del control de sus fronteras y la lucha contra la inmigración ilegal.

Según fuentes de Cruz Roja, en el carguero hay 372 personas: 305 de ellas de Cachemira.