La frontera entre Francia y España parece estar renaciendo, después de nueve años de inactividad casi total.

La policía ha redoblado los controles de documentación en todos los puestos fronterizos, especialmente el de La Junquera, para evitar un posible efecto llamada ante la aplicación del nuevo reglamento de extranjería y la regularización extraordinaria de sin papeles, anunciados por el Gobierno para principios de año.

Formalmente, sigue vigente el convenio de Schengen, que permite la libre circulación de personas y mercancías entre 15 países de Europa. En la práctica, los controles móviles que efectúan el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil hacen impermeable la frontera.

El control es máximo estos días sobre las personas que quieren entrar en España, según admitieron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña.

La vigilancia especial comenzó hace dos meses y viene incrementándose a medida que se acerca el periodo de regulación de trabajadores extranjeros sin papeles, según esas fuentes. El proceso comenzará posiblemente el día 1 de febrero y durará unos tres meses.