Los estragos del huracán Katrina podrían desencadenar la mayor migración negra registrada dentro de Estados Unidos desde los años 40, cuando las condiciones económicas forzaron a millones de negros a abandonar sus hogares en el sur del país y buscar empleo en ciudades norteñas más ricas, como Nueva York, Chicago y Detroit.

Por ahora, cientos de miles de evacuados se han trasladado principalmente a Tejas, estado fronterizo con Luisiana, muchos de ellos procedentes de Nueva Orleans, su ciudad más emblemática, destruida por el huracán y las inundaciones. Si estos refugiados no regresan a sus hogares, podrían forzar una redistribución del mapa político estadounidense, al cambiar la demografía de las demarcaciones donde se instalen.

LARGA ESPERA "Hay 300.000 o 400.000 personas, muchas con ingresos muy bajos y sin recursos, que no van a poder esperar uno, dos o tres años a que la región se reconstruya", dijo ayer Barack Obama, único senador negro de EEUU. "Van a tener que buscar trabajo y vivienda inmediatamente, además de mandar a sus hijos a la escuela, y eso probablemente cambiará la demografía de la región", añadió. Para Obama, esto podría traducirse en una gran migración negra interna en EEUU.

Sólo en la devastada Nueva Orleans, el 69% de los vecinos eran negros y uno de cada cuatro residentes vivía en la pobreza antes del Katrina . "Todos se quieren quedar en Tejas", declaró ayer la madre del presidente, George Bush, Bárbara, al explicar con escaso tacto que, "como de todas maneras son indigentes, esto les está resultando muy bien".