Cerca de 700 ejecutivos de 17 grandes empresas tuvieron ayer el privilegio de estrenar en Singapur la mayor noria del mundo. Con 165 metros de altura (30 más que el London Eye , la emblemática rueda construida en la capital británica para celebrar el cambio de milenio) y 28 cabinas del tamaño de un autobús urbano, la llamada Singapore Flyer tarda media hora en hacer un giro completo y ofrece a los pasajeros la posibilidad de contemplar a vista de pájaro la ciudad estado que la acoge y las áreas de Malasia e Indonesia.

Hasta 4.300 euros pagaron las compañías que quisieron reservar una cabina en los primeros giros de la noria. La inauguración oficial está prevista para el 1 de marzo. Para entonces, los billetes costarán unos 14 euros, pero las vistas panorámicas no irán acompañadas de copas de vino y canapés como ayer.

Responsables de Great Wheel Corporation, la empresa encargada de construir la noria, apuntaron que esperan tener unos 10 millones de pasajeros al año. La Singapore Flyer deberá aprovechar los escasos meses que durará su reinado, ya que en menos de un año se verá superada por otras ruedas rivales en Berlín (185 metros de altura), en Dubai (185) y en Pekín, donde, con ocasión de los Juegos Olímpicos, se inaugurará una noria de 208 metros.