Este verano los conductores han pisado menos el acelerador, han usado más los sistemas de retención y han ingerido menos alcohol. La prudencia al volante --sumada a un menor número de desplazamientos (han caído el 3,7%)-- ha traído consigo un balance positivo en las carreteras aunque, tras varios años de alegrías, los expertos temen que en cualquier momento se produzca el temido repunte. En julio y agosto fallecieron 321 personas en las carreteras españolas, 41 menos que el año pasado (un descenso del 11,3% ), lo que convierte este verano en el mejor de los últimos 50 años. En 1962 fallecieron 340 personas, aunque el parque de vehículos era de 1,5 millones frente a los 32 millones actuales.

La bajada ha sido más abultada en agosto, con un descenso de las víctimas mortales del 21%, frente al 1,1% registrado en julio, mes con dos fines de semana muy trágicos. El descenso de los fallecidos no ha conllevado un aumento del número de heridos graves, que han descendido un 9%, según los datos.

El ministro del Interior, Antonio Camacho, atribuyó ayer los buenos datos a un cambio en el comportamiento de los conductores, que "son conscientes de la importancia de ser responsables" al volante. De hecho, ha descendido el número de fallecidos sin cinturón (28, frente a 247 en el 2001), de motoristas sin casco (3 muertos frente a 36 en el 2001) y de positivos por alcoholemia (1,1% de los automovilistas controlados frente al 5% de principios de la década).

Además los conductores pisan menos el acelerador, lo que ha supuesto que la velocidad media en autovías pase de 109 kilómetros por hora a 103 kilómetros por hora, un 6% menos. En autopistas el descenso es del 2,9%. En veranos anteriores no se observó un comportamiento similar, por eso el Gobierno opina que la polémica que generó el tope temporal de 110 kilómetros por hora que se impuso de marzo a junio ha influido en el comportamiento de los conductores. "La atención mediática y el debate público han tenido una virtualidad innegable", dijo Camacho.

EL DATO EXTREMEÑO En cuanto a las carreteras extremeñas, informar que registraron este verano la muerte de 13 personas, el mismo número que en el mismo período del año anterior y lejos de los 33 de 2001.

Además del País Vasco, donde el número de fallecidos ha pasado de 5 en el verano de 2010 a 13 en 2011, la siniestralidad ha aumentado un 62,5% en Murcia (de 8 a 13), un 50% en Cantabria (de dos a tres), un 3,8% en Andalucía (de 52 a 54), un 3% en Castilla-La Mancha (de 33 a 34) y en la Comunidad Valenciana (de 24 a 26). En otras tres regiones---Extremadura, Madrid y La Rioja-- el número de fallecidos no ha variado y en el resto se ha producido un descenso, especialmente en Asturias (-63,6%), Baleares (-53,3) y Navarra (-50). Por provincias, donde más muertes se han producido ha sido en Sevilla (21), seguida de Barcelona (18), Madrid (16) y Tarragona (15).