Los padres de Madeleine McCann, la niña de cuatro años desaparecida el 3 de mayo en el sur de Portugal, estudian la posibilidad de poner a un destacado asesor en materia de relaciones públicas al frente de su campaña mediática.

Kate y Gerry McCann han estado en conversaciones con Phil Hall, exdirector del dominical News of the World y hoy al frente de una importante empresa de relaciones públicas, a raíz de la dimisión de la portavoz que antes tenían, Justine McGuinness.

Hall es uno de los expertos en relaciones públicas consultados por los McCann, que quieren seguir manteniendo vivo el interés de la opinión pública mundial en la desaparición de su hija frente a los continuos rumores que tratan de vincularlos con la muerte de la pequeña.

Hall confirmó ayer en declaraciones a The Guardian, que había tratado con Kate y Gerry McCann: "He hablado con ellos varias veces y les he dado algunos consejos, y hemos hablado de si necesitan a alguien que trabaje a tiempo completo o parcial".

La prensa sensacionalista sospecha

Los McCann, ambos médicos de profesión y muy bien relacionados, han llevado a cabo una fuerte campaña de relaciones públicas desde la desaparición de su hija del apartamento de vacaciones donde estaba de vacaciones la familia y han pedido asesoramiento a veteranos periodistas. Gracias a esa campaña, famosos de distintas profesiones, futbolistas, políticos de varios países y hasta el mismo Papa, que les concedió una audiencia, se han interesado por el caso.

Sin embargo, los McCann sufrieron un importante revés hace una semana cuando la policía portuguesa los declaró "sospechosos" en la desaparición de Madeleine y comenzaron a aparecer filtraciones que apuntaban a la posibilidad de que los propios padres la hubieran matado accidentalmente y hubieran hecho luego desaparecer su cadáver.

Los titulares de los tabloides, antes unánimemente favorables a su causa, han cambiado de signo, y hoy dominan las sospechas, basadas siempre en filtraciones, sobre su posible participación en la muerte accidental de la niña. La última teoría, aireada hoy por todos los tabloides británicos, es que Madeleine falleció a consecuencia de una sobredosis de somníferos.

Los McCann siguen protestando de su inocencia y han contratado a un equipo importante de abogados británicos para que los defiendan junto a sus colegas portugueses. No está claro, sin embargo, cómo van a financiar los servicios de los expertos en relaciones públicas y a los abogados dado que se han comprometido a no utilizar para su defensa los más de un millón de libras (1.47 millones de euros) de donativos del público recaudados para ayudar a buscar a su hija.

Philomena McCann, hermana del padre de Madelien, ha dicho a la BBC que la familia está dispuesta a vender sus casas para pagar a los abogados. Según ella, el dinero del llamado fondo Madeleine se seguirá invirtiendo en la campaña para tratar de recuperar a Madeleine, que incluirá la colocación de carteles en la calle.