Ocho países europeos han decidido mantener encerradas bajo techo las aves de corral para prevenir el contagio del virus de la gripe aviaria. Tras la aparición en los últimos días de numerosos cisnes muertos por la enfermedad en diferentes puntos del continente, Francia, Alemania, Suecia, Dinamarca, Eslovenia, Estonia y Suiza ordenaron ayer a las instalaciones avícolas mantener los animales en el interior de los edificios para evitar cualquier contacto con aves migratorias. Holanda, el país con la mayor concentración de granjas de Europa, amplió la prohibición ya existente.

Noruega decidió limitar la prohibición de mantener las aves de corral en el exterior a la zona más meridional del país y más próxima al mar Báltico, mientras que otros países, como Bélgica, Polonia, Eslovaquia y Letonia, preparan ampliar las zonas donde las aves en cautividad deben permanecer encerradas.

TODO BAJO CONTROL Ante el creciente temor a que la enfermedad penetre en granjas europeas, la Comisión Europea efectuó un llamamiento a la calma y aseguró que la UE ha adoptado "todas las medidas precautorias necesarias" para controlar cualquier foco de la fiebre aviaria, que ha provocado la muerte de un centenar de personas en Asia y de millones de aves.

"Los europeos deben mantener la calma. No hay ninguna razón para alarmarse y no hay ningún peligro en comer carne de pollo", afirmó ayer el comisario de Salud y Protección de los Consumidores, Markos Kyprianou, que en otoño se caracterizaba precisamente por sus declaraciones alarmistas.

El Comité de Alimentación y Salud Animal de la UE, formado por los responsables veterinarios de los Veinticinco, acordó ayer ampliar la prohibición de importación de plumas no tratadas a todos los países extracomunitarios, como una medida preventiva adicional. Los responsables veterinarios aprobaron también los procedimientos automáticos para establecer de inmediato los perímetros de seguridad de tres kilómetros alrededor de cualquier foco que surja de la enfermedad y de un perímetro de 10 kilómetros de vigilancia reforzada. Si la enfermedad alcanza a un ave de corral, todas las aves y huevos de la granja deben ser sacrificados de inmediato, según el procedimiento acordado.

El Comité de Alimentación de la UE aprobó también la distribución de 1,964 millones de euros entre los Veinticinco para cofinanciar los programas nacionales de vigilancia y los costes de ampliar el número de análisis de aves silvestres y de granja. La Comisión estima que se analizarán 300.000 aves domésticas y 60.000 pájaros salvajes en el conjunto de la UE desde febrero hasta final de año. España recibirá una ayuda de 88.100 euros.