Siento que se ha aprovechado de mí". Así de contundente se ha mostrado Vicken Sahakian, el especialista en fertilización que realizó en Los Angeles (California) el tratamiento y la inseminación a Carmela Bousada, la gaditana que dio a luz a dos gemelos una semana antes de cumplir los 67 años. Con esta declaración, el médico ha confirmado lo que la propia Bousada avanzó a la prensa británica: que él realizó el tratamiento engañado por la mujer, que le mintió sobre su edad al decirle que tenía 55 años.

"¿Enhorabuena? Tuve éxito sin quererlo", ha afirmado Sahakian, de 44 años, que ha hablado con el diario Los Angeles Times en las oficinas del Centro de Fertilidad Pacific donde tuvo lugar el proceso, en el que Bousada recibió un embrión formado por los óvulos de una joven de 18 años y el esperma de un italo-americano rubio y de ojos azules. La dependienta jubilada desembolsó 40.000 dólares: 10.000 en concepto de gastos médicos y 30.000 por la donación del embrión.

En esa misma clínica, decorada con esculturas y fotos de madres y padres con sus hijos, en muchos casos gemelos o trillizos, Sahakian aplica normas estrictas. No trata a ninguna soltera mayor de 55 años. Si en el centro se trata de alguien con pareja, su requisito es que la suma de las dos edades no supere los 110 años. Aunque ha llegado a tratar a mujeres de hasta 62 años, no lo ha hecho si no tenían compañeros de poco más de 40. Bousada, que ahora busca un marido joven, no tiene pareja.

El médico aceptó tratar a la española porque ella le aseguró que tenía 55 años y le enseñó papeles de un laboratorio médico español en el que aparecía esa edad. No está claro si la mujer mintió en España o si no lo hizo y luego falsificó los papeles.

Según ha explicado Sahakian al rotativo angelino, él no fue consciente de que su paciente era la misma que saltó a las noticias de todo el mundo en diciembre hasta que el pasado fin de semana un periodista le reveló su identidad. "No pedimos pasaportes o certificados de nacimiento (en la clínica). Cuando vas al médico se supone que dices la verdad", ha dicho el médico, que aún no puede creer las mentiras de Bousada. "Podría haber tenido un mal final --se ha lamentado--. Ella o los niños podrían haber muerto".

Es más, no cree que el nacimiento prematuro de los dos niños, Pau y Christian, sea el punto final en esta historia y en el debate que ha generado. "Ella podría morir en 10 años y entonces, ¿qué pasará con los niños".

Debate reavivado La pregunta forma parte de la discusión que ha avivado el parto de Bousada. Y en ese debate hay quien se pone de parte, si no de esta mujer en concreto, de otras mujeres mayores que quieren ser madres. "Es como si coges a una madre de 25 años con siete hijos que vive de las ayudas sociales, que fuma y que maltrata a sus hijos y dices que es buena madre únicamente porque es joven", ha defendido en declaraciones al Times Jan Andersen , que dirige en internet una página de madres mayores de 40 años (www.mothersover40.com).

Otra discusión que ha despertado este caso es si los gobiernos deben regular sobre la edad límite para tener hijos. "Intentar interferir con los derechos reproductivos de cualquiera es un área muy sensible", ha declarado el doctor Richard Paulson, que lleva otra clínica de fertilidad en Los Angeles, donde se exige una identificación con un documento con foto. Paulson empezó a aplicar tal requisito tras ser engañado en 1996 por una mujer que le mintió sobre su edad.