Por primera vez en España, un equipo médico ha logrado extirpar la vesícula biliar a un paciente a través de la boca. La operación, dirigida por el jefe del Servicio de Cirugía Gastrointestinal del Hospital Clínic de Barcelona, Antonio María de Lacy, se adscribe a una técnica que desarrolla la cirugía a través de los orificios naturales del cuerpo y que, según los especialistas, aportará numerosos beneficios a los enfermos cuando esté más evolucionada, ya que permitirá recuperarse más rápidamente de las intervenciones y evitará la presencia de cicatrices.

Acompañado por la cirujana Salvadora Delgado y los endoscopistas Josep Llach y Maria Pellisé, De Lacy reconoció ayer en una rueda de prensa que este tipo de intervenciones entrañan todavía una "dificultad" muy alta y reclamó un nuevo impulso de la industria para seguir mejorando los materiales de trabajo. En el caso de la operación que llevaron a cabo con éxito el viernes pasado con una mujer de 77 años, los médicos del Hospital Clínic, por ejemplo, decidieron no correr riesgos y aplicaron una técnica híbrida: antes de introducir el endoscopio (una especie de manguera para explorar el interior del cuerpo) por la boca de la mujer para extirpar la vesícula, los especialistas hicieron una pequeña incisión de 2,7 milímetros en el ombligo para insertar la minicámara y la luz que les posibilitaran el trabajo.

POSOPERATORIO MINIMO Una vez colocados los instrumentos en la zona afectada y guiándose por imágenes de la minicámara proyectadas en una pantalla, los doctores cortaron la vesícula y la sacaron por el conducto bucal con el endoscopio, con el que antes habían hecho un pequeño corte en el estómago para llegar al lugar del cuerpo afectado.

El resultado fue muy positivo, aseguraron los médicos. No obstante, el tiempo de recuperación de la paciente fue esta vez el doble de lo habitual. En una laparoscopia (la tradicional con incisiones externas), la mayoría de los operados reciben el alta antes de las 24 horas, pero en esta ocasión se necesitaron dos días. La razón de esta demora, sin embargo, fue que los médicos quisieron controlar en todo momento las reacciones de la afectada, ya que, según el doctor De Lacy, cuando este método se extienda, se intentará reducir el posoperatorio al mínimo.

"También será mucho menor el tiempo de recuperación", añadió Pellisé. Esta endocrinóloga destacó que la técnica facilita el acceso a ciertos órganos, reduce el dolor y los traumatismos abdominales y reduce las infecciones. Además, evita las cicatrices, "un aspecto que puede resultar banal pero que afecta psicológicamente a muchas personas".