Nunca en la historia de la medicina se había visto tan al desnudo la estructura de un corazón, ni la posibilidad de crear este órgano humano de tejido vivo en un laboratorio. Cardiólogos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y un equipo de la Universidad de Minnesota han dado el primer paso en humanos, tras el éxito en animales, y calculan que podrá ser realidad en 3 o 5 años y el nuevo órgano ser trasplantado de modo "rutinario" en "un periodo similar".

Así lo anunció ayer el jefe de cardiología del hospital, Francisco Fernández-Avilés, en un simposio internacional donde presentó el avance: "los corazones bioartificiales, desarrollados a partir de células madre, no son una quimera".

El primer peldaño hacia ese corazón bioartificial ha sido el conseguir eliminar las células y el tejido de un corazón humano que no era apto para trasplante hasta quedarse con la matriz, que ha mantenido intacta su estructura. Una vez que se dispusiera de un banco de órganos "descelularizados" --pues esta técnica puede ser aplicable a otros órganos como hígado, riñón, huesos y piel-- esas matrices se podrían repoblar con células del paciente que lo pudiera necesitar, con lo que se crearía un órgano específico para cada enfermo.

Pese a que el doctor Fernández-Avilés está convencido de que esta investigación acabará en el "éxito total", quiso ser prudente y subrayó que "no se deben transmitir falsas esperanzas a nadie" porque de momento solo es "un primer paso" y su aplicación no se haría realidad hasta "dentro de un tiempo".

La jefa del equipo de investigación de Minnesota, Doris Taylor, pionera en terapia celular, ya ha tenido éxito al repoblar órganos de ratones, cerdos y otros animales con células hasta hacerlos funcionar. "Aunque es un gran escalón el aplicar la técnica en corazones humanos, es posible", subrayó ayer.

Según Fernández-Avilés, la posibilidad de ofrecer a los pacientes "órganos hechos, entre comillas, a medida", y disponer de un "banco de matrices" pondría fin a la "gran escasez" de donantes, pues, incluso en España, líder en donaciones, solo unos pocos pacientes entran en la lista de posibles receptores y la mitad de ellos ni siquiera logran obtenerlo. Los corazones bioartificiales también evitarán el rechazo a los órganos.