El debate es de salud pública, no de valores como la libertad de expresión o de empresa. Con este argumento la plana mayor del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) pidió ayer a la ministra de Sanidad, Elena Salgado, que aguante las presiones de la industria del tabaco y de la CEOE y mantenga "tal como está redactado" el anteproyecto de ley contra el tabaco que la próxima semana será remitido al Congreso de los Diputados.

El comité, que agrupa a 40 sociedades científicas, acusó a la industria de "falsear datos y sembrar confusión" para lograr que se mantenga la publicidad y se permita fumar en el trabajo, tal como han pedido en el reciente informe del Consejo Económico y Social. Como ejemplo de la presión empresarial, el presidente del CNPT, Rodrigo Córdoba, destacó que por cada euro que gastan las administraciones públicas en prevención del tabaquismo, la industria tabaquera invierte 40 euros en publicidad. También se mostró partidario de que las cajetillas incluyan imágenes en color con imágenes de los estragos que causa en la salud y que en todas ellas figure un teléfono de asistencia al fumador durante las 24 horas.

Los expertos pidieron que no permitan que se dé marcha atrás en la prohibición de fumar en el trabajo. "Las evidencias científicas del riesgo del humo ambiental son muy claras: cada año mueren en España 5.000 personas, 1.000 por enfermedades cardiovasculares y otras 4.000 por cánceres", aseguró el presidente de la Sociedad Española de Neumología, José Luis Alvarez-Sala, quien recordó que la OMS ha catalogado al tabaquismo pasivo como la tercera causa de muerte.