La profesión sanitaria agradece profundamente los aplausos que surgieron de manera espontánea al principio de la crisis del covid-19, pero pide que, además de homenajes, se haga una apuesta clara por la sanidad, con los recursos y el respaldo necesarios. No solo porque aún no se vislumbra cuándo habrá una vacuna contra el coronavirus, sino porque el sistema sanitario español está necesitado de inversión y mimo por parte de las administraciones públicas, como ha demostrado la pandemia.

La sexta oleada de la encuesta sobre la situación de la profesión médica, del Consejo General de Colegios Oficiales y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, pone de manifiesto que la sanidad está demasiado precarizada y, a consecuencia de ello, sus profesionales se muestran emocionalmente agotados.

Incluso antes de que el covid-19 pusiera contra las cuerdas a los hospitales y acabase con la vida de más de 28.300 personas, entre ellos 60 sanitarios -los profesionales del sector se han infectado por miles-, uno de cada dos médicos (el 55,7%) decía sentirse quemado con su trabajo; una situación que genera mermas en la calidad asistencial y problemas de salud al personal. Además, con mucha probabilidad, la situación ha empeorado durante la pandemia.

ANSIEDAD Y CANSANCIO / Todavía no se dispone de datos globales de cuántos facultativos han requerido de la atención psicológica que proporcionan los colegios profesionales por los altos niveles de ansiedad sufridos en la crisis, pero ha habido ligeros incrementos, si bien «menores de los esperados», según el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales, Serafín Romero.

Este vaticina que a corto y medio plazo se esperan «meses complicados» ya que muchos profesionales pedirán ayuda una vez el ritmo de trabajo baje. «El personal está cansado física y emocionalmente», sentenció Romero tras recordar que ha habido ya varias protestas de sanitarios para pedir mejores condiciones laborales.

La encuesta, que se realizó entre octubre y noviembre del año pasado y en la que participaron más de 19.600 facultativos, muestra que el 63% está satisfecho con su ejercicio profesional, si bien el 82% considera que las condiciones en las que se realiza su trabajo no son las adecuadas, lo que contribuye a que uno de cada dos admita sentirse emocionalmente cansado.

Y el motivo para un 65% es la carga asistencial a la que los sanitarios tienen que hacer frente, seguido (con un 32%) del elevado nivel de exigencia por parte de los pacientes y la sociedad o la falta de capacidad de control (para un 24%) sobre la actividad que realizan.

En el cansancio juegan un papel importante las guardias de 24 horas, que realizan un 41% de los médicos encuestados más allá de su jornada laboral, incluso mayores de 55 años, debido a que es un complemento importante de los exiguos salarios.

En este contexto, un preocupante 40% de los facultativos admite que no siempre libra después de una guardia con presencia física, un porcentaje que se eleva hasta el 75% en el caso de una guardia localizada incluso cuando se precisa que se acuda al centro de trabajo.

Ante las dificultades para descansar que ello conlleva, cuatro de cada diez profesionales piden turnos en urgencias de doce horas como máximo, y un 17%, que sean cubiertos por personal específico, mientras que un 18% se muestra de acuerdo con el sistema actual. En esta situación, el colectivo más perjudicado son los médicos MIR.