La premisa de que quien evita la enfermedad envejece menos y con más atractivo ha dado pie a un nuevo fenómeno, el de la medicina antienvejecimiento, que en apenas un año se ha incorporado a la oferta de medio centenar de clínicas privadas españolas.

No es un chequeo médico tradicional, aunque incorpora sus controles, sino una prospección celular, muscular y genética, que, sumada a una exhaustiva investigación sobre lo que siente y hace a diario el cliente permite trazar, a medida, el compendio de consejos, terapias y complementos nutricionales que lo puede mantener en forma.

La medicina antiaging (denominación inglesa con que se la conoce) busca evitar que la edad real del individuo sea menor que su edad biológica, ya que esta última es la que marcará la cantidad y calidad de años que le quedan por vivir.

LOS AÑOS PERDIDOS

"El cuerpo humano está preparado para vivir 120 años, pero en Occidente estamos viviendo unos 90 --explica el cirujano Javier de Benito, director del instituto Antiaging del Centro Médico Teknon.

Esa diferencia, causada por el deterioro del estrés, el sol y la alimentación, puede ser modificada si la persona conoce qué hábitos le perjudican y las enfermedades que probablemente sufrirá porque están programadas en sus genes".

El tratamiento antiaging es seguido por hombres y mujeres de una media de 60 años. Son casi siempre empresarios. "Ellos, suelen ser personas con poder, que quieren conservar calidad de vida y tener buen aspecto. Ellas, buscan lo mismo, pero, además, quieren seducir y tener proyectos".