Amor al fútbol por un flechazo, rueda un balón de pintas negras camino de las bodas de oro, mientras se oyen los cánticos de cuatro generaciones de benjamines que fueron campeones de España allá por Toledo, Socuéllamos, Almería y Gijón. De la tierra al césped artificial, del mítico y carismático Manolo Rivero a su hermano Juan, de Ledesma a Ferrer, una de las grandes fábricas del fútbol español, sigue modelando a pequeños futbolistas, que llegaron a la elite en juveniles. Escudo cuyo boceto nació en la primavera del 61, se hizo realidad en el 63 y al niño le llamaron Flecha Negra en el 65.

Orgullo de camiseta que vistieron Manolo y sus agujetas; el exjugador del Espanyol, Julián López de Lerma; Angel Arias como trampolín a La Masía del Barça; el guardameta de la cantera del Real Madrid, Fernando Pacheco; el goleador del CD Badajoz, Rubén Mesa, y también Nono y Correa, que se llevaron su flecha al Rayo Vallecano B.

280 jugadores repartidos en 20 equipos desde mini-prebenjamines a juveniles. "Somos un club muy modesto, pero a la vez muy grande, tanto en lo deportivo como en lo humano. Como una gran familia", resalta el presidente del Flecha Negra, Juan Rivero, mientras el vicepresidente Jesús Ferrer subraya que "lo más importante ya lo teníamos: jugadores de mucha calidad y éxito. Tenemos que trabajar por ellos y por los 60 técnicos al mando de los equipos que trabajan de forma altruista".

Entre los jugadores, uno de sus diamantes es Nacho González, convocado con la selección extremeña sub-18, que no quiere pensar en futuras novias con trajes de Primera. "Estoy con los estudios y no pienso en nada de eso porque me obsesiono. Si tiene que llegar llegará, y si no, no pasa nada".

El director deportivo Gabino Esteban explica la vinculación con el Atlético de Madrid. "La temporada pasada hicimos un clinic y es muy interesante porque ellos se fijan en jugadores, siguen a algunos y a los niños les hace mucha ilusión".

El sueño del Flecha Negra es tener instalaciones propias. Jesús Ferrer subraya que "en los campos es donde tenemos verdaderas limitaciones y es un problema de la mayoría de los clubs de la ciudad. Queremos que todos los clubs de Badajoz trabajen de manera conjunta para solucionar un problema de todos, de los deportistas que quieren hacer deporte y no tienen dónde hacerlo o con los recursos adecuados".

Por ello, el reto es potenciar la Asociación Sport Club, "que solo funciona para solicitar la subvención municipal cuando debe trabajar por muchas cosas buenas para el fútbol base local y abrirla al resto de clubs de la ciudad que no están dentro. Como clubs de fútbol base, siendo una piña, podemos hacer fuerza para conseguir más recursos".