Querida Angelita, te venció la pena, no pudiste con tanto dolor... Hace poco más de un año enterraste a tu querida hija después de verla sufrir de una terrible enfermedad, y esto amiga mía te quedó marcada. Para unos padres no es lógico que se vayan los hijos primero. Y todo ese sufrimiento lo llevabas en el alma. Angelita, no pudiste superarlo, y te has ido a encontrarte con tu hija en el Cielo...

He visto a tus hijos y a tu marido durante tu enfermedad, siempre a tu lado... Ahora están destrozados, pero tú desde el Cielo les ayudarás a pasar este terrible trance. Es muy fuerte perder a dos personas queridas en tan poco tiempo, pero como somos cristianos es lo único que nos puede ayudar... y vosotros sois buenos y cristianos.

Angelita, has sido una persona dulce y buena, siempre tenías una palabra bonita para todo el mundo, y te recordaremos con esa bondad en tu cara... Y a vosotros amigos, Rafael, Carlos y Rafa, como a toda la familia y amigos, que son muchos, os voy a decir un pensamiento cristiano que os ayudará... La muerte no existe... sólo se muere cuando te olvidan . Como no la vamos a olvidar... siempre estará con nosotros.

Un abrazo.

Mary Durán