Uno de los aspectos de la nueva normativa sobre el aborto con el que el Gobierno y el PP se sienten más cómodos --dado que esperan que lo comparta la mayoría de la sociedad-- es con el hecho de que las menores deban contar con el visto bueno de sus padres para poder abortar. Con la actual ley de plazos, solo les tienen que informar, salvo que aleguen que hacerlo les genera un "conflicto familiar grave", caso en el que pueden abortar completamente solas. El anteproyecto aprobado ayer impone, por contra, que las gestantes menores de 18 años cuenten con el consentimiento de sus dos padres o de sus tutores. En el caso de que haya controversia, será un juez quien fije la decisión que prevalece.