Un estudio financiado por la Unión Europea ha disparado las alarmas: los adolescentes españoles son, entre sus coetáneos europeos, los que más riesgo tienen de ser adictos a internet por el uso que hacen de las redes sociales. El informe, en el que participa la oenegé Protégeles y que cuenta los resultados de siete países, indica que el 1,5 % de los españoles de entre 14 y 17 años ya padece esta adicción y el 21,3% está en riesgo de desarrollarla (frente al 12,7% de media europea) porque dedican más de dos horas diarias a redes como Twitter, Facebook, Tuenti, Whatsapp o Youtube. El índice español es muy superior de sus inmediatos seguidores, Rumanía (16%) y Polonia (12%). Detrás figuran Holanda (11,4%), Grecia (11%), Alemania (9,7%) e Islandia (7,2%).

El informe concluye que los varones de 16 a 18 años cuyos progenitores tienen un nivel educativo medio-bajo son quienes tienen más posibilidades de desarrollar estos trastornos, que se caracterizan por una tendencia a la ruptura de las relaciones habituales, mientras que aumenta el tiempo dedicado a internet, y la falta de comunicación en la familia. Es frecuente que estos jóvenes desarrollen actitudes agresivas cuando no pueden conectarse y problemas psicosomáticos como dificultad para conciliar el sueño, supresión de comidas y pérdida de control sobre el tiempo que dedican a internet.

Son los jóvenes que se manifiestan faltos de estímulos en el mundo exterior o los que se sienten decepcionados por él los más adictos y los que presentan peor diagnóstico, según el informe.

Para el director de Protégeles, Guillermo Cánovas, gracias a los móviles con conexión a internet, no tienen que esperar a llegar a casa para utilizar el ordenador, sino que "están conectados permanentemente". "Los adolescentes españoles valoran mucho más las relaciones sociales y conocer gente nueva y eso no es igual en otras culturas", dice.