Solo siete personas sobrevivieron al naufragio de un barco que transportaba inmigrantes de forma ilegal desde la costa de Turquía hasta la isla griega de Quíos, en el Mar Egeo. Un total de 51 fueron encontrados ayer sin vida en varias playas de la provincia de Esmirna, adonde habían sido arrastrados por el mar. Otros 25 inmigrantes eran buscados por guardacostas de Turquía, pese a las dificultades a causa de la tormenta que azota la parte occidental del país.

El periplo de estas 83 personas --en su mayoría palestinos, iraquíes y somalíes-- comenzó la noche del sábado cuando, a bordo de una embarcación de unos 20 metros de eslora, se lanzaron rumbo a las cercanas islas del Egeo, territorio griego y primer paso para entrar en la Unión Europea. Pero, apenas dos horas después, naufragaron.

"El barco volcó a causa de la tormenta y del exceso de peso", explicó Orhan Sefik Güldibi, prefecto de la comarca de Seferihisar, el punto terrestre desde el que se organizó el rescate. Según narraron los supervivientes, cada uno pagó casi 1.000 euros a una organización mafiosa que prometió llevarles hasta Grecia desde Estambul. Encerrados en camiones fueron transportados a Esmirna, donde permanecieron unos días. Luego, otra vez en camiones, hasta una playa donde les embarcaron en una barcaza que no aguantó la primera tormenta. Desde el hospital, uno de los rescatados afirmó que "los organizadores eran dos turcos".

Tras permanecer casi un día en el mar, dos inmigrantes de origen palestino lograron llegar a nado a la costa turca y dar la alarma la noche del domingo. Los guardacostas consiguieron rescatar a otras cinco personas que hubieron de ser hospitalizadas. El prefecto Güldibi prometió continuar la búsqueda hasta rescatar el último cuerpo e investigar hasta detener a los traficantes de inmigrantes.

El último accidente de estas características tuvo lugar en el 2003, cuando 62 inmigrantes que intentaban llegar a Rodas desde Turquía perecieron. Periódicamente se producen detenciones en las fronteras turcas y ayer mismo fueron arrestadas 77 personas de origen asiático que intentaban cruzar la frontera terrestre entre Grecia y Turquía.

En los últimos años Turquía se ha convertido en un territorio de paso de los inmigrantes que buscan un futuro mejor. Las rutas comienzan en Asia Central y Oriente Medio y, a través de Siria, Irak o Irán, llegan a Turquía. Organizaciones mafiosas transportan a los inmigrantes hasta la costa egea de Turquía y de allí hasta las islas griegas. Otro itinerario utiliza Chipre como base para desplazarse hasta Grecia. De territorio heleno, las mafias ayudan a los inmigrantes a llegar a países más prósperos del centro y norte de Europa.