Al menos cinco personas murieron ayer y 34 resultaron heridas (tres de ellas ya han sido dadas de alta) tras la erupción del volcán de la isla de Whakaari, también conocida como White Island, situada el noreste de Nueva Zelanda. Aunque se teme que las víctimas pueden aumentar en las próximas horas ya que en el momento de la explosión se encontraban en la zona 47 turistas neozelandeses y extranjeros, y todavía hay ocho personas sin localizar.

Por otro lado, la posibilidad de nuevas replicas mantenía ayer a los equipos de rescate alejados: «Debido al alto riesgo, los equipos de emergencia no pueden acceder a la isla [...], que permanece inestable y con posibilidad de nuevas erupciones», según aseguró John Tims, subcomisario de Operaciones Nacionales de la Policía. No se pudo acceder a la isla pero sí que un avión de reconocimiento Orion del Ejército de Nueva Zelanda sobrevoló el terreno en tareas de búsqueda de posibles supervivientes. Pero, de momento, al cierre de esta edición, no se hallaron indicios de que hubiera gente con vida. Asimismo, la policía, también afirmó que se está trabajando con urgencia para confirmar la identidad y la nacionalidad de las víctimas.

La erupción ocurrió a primera hora de la tarde del lunes con la expulsión de rocas y una gran nube de ceniza, justo un minuto antes de que un grupo de excursionistas, grabados por una cámara de seguimiento instalada en la zona, abandonaran el cráter del volcán. Otros, tuvieron más suerte y fueron testigos de la erupción desde el barco en el que navegaban tras zarpar de la isla minutos antes.

A través de varios videos publicados en las redes sociales, se puede apreciar la enorme columna de humo, que según los expertos alcanzó los 3.000 metros de altura, que sale desde la caldera mientras varias personas son rescatadas desde un pequeño muelle de la isla cubierta por un manto grisáceo.

FALLECIDOS EN 1914 / La Agencia Nacional de Respuesta a Emergencia emitió ayer una alerta ante posibles nuevas erupciones y actividad sísmica moderada. Al mismo tiempo que las autoridades neozelandesas establecieron un perímetro de seguridad y cancelaron todas las excursiones alrededor de la isla, visitada por 10.000 personas al año. El pasado 3 de diciembre, el grupo de control de actividad geológica GeoNet advirtió de que el volcán Whakaari «entró en un periodo de actividad eruptiva», aunque precisó que la situación «no representa un peligro directo para los visitantes». En 1914, otra erupción del volcán causó 12 muertos.