Las inteligencias preclaras atacan de nuevo. El rectorado de la Universidad de La Coruña contrató hace poco a dos actrices para que hicieran un desnudo integral ante los sorprendidos alumnos de primero de Arquitectura. Según los promotores de este inesperado striptease, la idea era abrir un poco más la mente de los futuros arquitectos , palabras con las que, más por torpeza que por convicción, daban por hecho que los jóvenes estudiantes son algo estrechos de miras. Pues bien, a muchos de los alumnos, abiertas ya sus mentes a golpes visuales de pechos y traseros, les ha parecido que hacer un striptease en las aulas es una estupidez y un mal uso de los fondos públicos.

Tienen razón: la modernidad según y cómo. Mucho me temo que si las universidades pasan a ofrecer churras donde antes había merinas llegará el día en que los alumnos de Arquitectura se vean obligados a estudiar la carrera en un sex-shop. Además, ¿qué tiene que ver la apertura mental con el desnudo de dos modelos? Puestos a sorprender al alumnado, podrían haber llevado a las aulas a los malogrados hombres anuncio que Gallardón ha desterrado del casco histórico de Madrid. Pero esto hubiera sido sensibilidad social, y lo que se buscaba en la citada universidad, ay, era más bien puro erotismo aperturista .

Pero no hagamos drama. Es probable que esta medida dé buenos frutos y tengamos en unos años una generación de arquitectos e ingenieros que aporten nuevos aires a Galicia y a todo el país construyendo puentes turgentes, carreteras libidinosas, palacetes curvilíneos, ardientes rotondas y edificios neumáticos cargados de enigmática sensualidad.