La canciller alemana Angela Merkel consideró ayer "una buena señal" que el Papa Benedicto XVI haya ordenado al obispo lefebreviano Richard Williamson que pida disculpas por negar el Holocausto nazi. "La actitud del Vaticano deja claro que negar esta tragedia no puede se puede permitir sin esperar consecuencias. Las relaciones entre las comunidades judías y las iglesias cristianas solo pueden llegar a buen puerto sin negar el Holocausto y sin antisemitismo", dijo la mandataria, hija de un pastor protestante.

La decisión del Papa de levantar la excomunión a cuatro lefevbristas desató las críticas de judíos y católicos, sobre todo, porque entre los readmitidos estaba Williamson. El obispo británico niega la existencia de las cámaras de gas y dice que solo murieron 300.000 judíos en los campos de concentración frente a los seis millones que recogen los libros de historia.