La canciller alemana, Angela Merkel, exigió ayer que se aclaren completamente los casos de abusos sexuales que han salido en las últimas semanas a la luz en el seno de la Iglesia Católica.

"El abuso sexual de niños es uno de los delitos mas terribles", señala Merkel en una entrevista en la emisora pública de televisión ARD y en la que la canciller se pronuncia por primera vez sobre el escándalo de los casos de pederastia entre sacerdotes católicos.

La canciller celebra que el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y arzobispo de Friburgo, Robert Zollitsch, se haya disculpado ante las víctimas y elaborado nuevas normas eclesiásticas para investigar los casos de abusos sexuales con menores.

Zollitsch ha negado que los casos de pederastia registrados en el seno de la Iglesia Católica en Alemania tengan que ver con el celibato y rechazado la iniciativa de convocar una mesa redonda para tratar el caso.

"Los abusos sexuales con niños no son un problema específico de la Iglesia Católica. No tienen que ver ni con el celibato, ni con la homosexualidad, ni con la doctrina sexual católica. Por ese motivo no necesitamos una mesa redonda especial para la Iglesia Católica", afirma Zollitsch en declaraciones que publica el dominical Welt am Sonntag.

El máximo responsable de la Iglesia Católica en Alemania rechaza así de plano la iniciativa de la ministra de Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, quien propuso la constitución de dicha mesa en la que participarían miembros de la iglesia, políticos, expertos jurídicos y víctimas de los abusos.

Zollitsch no descarta, sin embargo, la participación de la Iglesia Católica en una mesa mas amplia con representantes de "todos los grupos sociales relevantes" y anuncia que ha aceptado la invitación de la ministra liberal (FDP) para entrevistarse con ella.

Preguntado por el motivo de que muchas víctimas de abusos sexuales protagonizados por religiosos católicos nunca fueran escuchados por los responsables y superiores de estos últimos, Zollitsch asegura que "la mayoría de los casos se remontan a hace 25 o 30 años".

"Entonces se pensaba que si los autores (de los abusos) reconocían sus injusticias, éstas no volverían a producirse. Fue ingenuo pensar así", señala el arzobispo, que no hace mención de casos mas recientes denunciados por la prensa alemana y que podrían tener consecuencias penales para los curas pederastas.