Si alguien oye hablar de la eucrita, seguro que pensaría inmediatamente en algún producto químico o en uno de esos enrevesados nombres femeninos tan habituales en algunos pueblos de la España profunda. Pero irían muy descaminados. Desde ayer, la eucrita forma parte de la historia de la astronomía española al haberse presentado los primeros fragmentos de este extraño tipo de meteorito que se hallan en España. Esos 20 trozos de roca extraterrestre, que salieron escupidos de aquella bola de fuego que irrumpió en los cielos del centro de la península el 10 de mayo y dejó boquiabiertos a los habitantes de más de 10 ciudades, podrían proceder de un asteroide llamado Vesta que está situado entre Marte y Júpiter.

Los científicos de la Meteoritical Society han decidido bautizar a este meteoroide con el nombre de la localidad ciudarrealeña en la que cayeron los fragmentos. Así pues, el meteorito Puerto Lápice figurará desde ahora los libros como el primer trozo de eucrita que se recupera en España y el octavo que se encuentra en Europa. "Su estudio resulta muy interesante para nosotros porque existen varias hipótesis sobre su origen", aseguró ayer Josep Maria Trigo, investigador del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña.

Pero la tesis más probable es que el meteorito que asombró hace unos meses a media España realizara un curioso viaje entre el asteroide Vesta y la localidad manchega de Puerto Lápice. El minucioso análisis de las rocas así parece atestiguarlo. Sus componentes de piroxeno y plagioclasa las encuadran dentro las eucritas, especie que pertenece a su vez a la familia de las acondritas. Este tipo de meteoritos proceden de objetos planetarios como la Luna, Marte y Vesta.

CAPA DEL ASTEROIDE Los científicos creen que los restos encontrados formaban parte de la capa superficial del asteroide, con lo que estuvieron expuestos al impacto con otros objetos millones de años. Esa circunstancia es la que les hace más interesantes a los científicos.

Con 525 kilómetros de diámetro, Vesta es el segundo asteroide más grande de los que se hallan entre Marte y Júpiter, ya que solo le supera Ceres. La NASA envió el año pasado la sonda Dawn para explorar los dos asteroides en busca de pistas sobre el sistema solar. Lo más probable es que el meteorito Puerto Lápice proceda de una de las múltiples colisiones de Vesta con otros asteroides y haya viajado a otras zonas donde es más factible entrar en ruta con la Tierra.

Atraído por la órbita terrestre, el meteoroide de medio metro de diámetro y 50 kilos de peso debió de entrar en la atmósfera a una velocidad de 75.000 kilómetros por hora, lo que produjo su fragmentación.