Surreal, increíble, inusual. Todo describe el espectáculo organizado ayer por y alrededor de Michael Jackson, que se declaró ante un juez de California "no culpable" de los nueve cargos relacionados con un delito de pederastia que se le imputan y por los que se enfrenta a una potencial sentencia de más de 20 años de cárcel.

Jackson, que se encuentra en libertad bajo una fianza de tres millones de dólares, ofreció una imagen para la historia que recogieron las decenas de cámaras que han convertido Santa María, una localidad de 94.000 habitantes, en un escenario global. Luciendo sus sempiternas gafas de sol, zapatos brillantes, traje oscuro y un brazalete blanco, Jackson, de 45 años, se subió al techo de un todoterreno y bailó. Sus enfervorecidos fans aplaudían como en un concierto más. Periodistas, analistas legales y expertos intentaban, simplemente, buscar alguna explicación.

Jackson y su comitiva de familiares y abogados de alto perfil --a la que el jueves se unió un famoso letrado neoyorquino-- se presentaron ante el juez Rodney Melville en el tribunal superior del condado de Santa Bárbara a las 08.51 (hora local, 17.51 en España), 21 minutos más tarde de lo estipulado. "Ha empezado con mal pie... quiero advertirle que no lo toleraré. Es un insulto al tribunal", le espetó el juez.

ARGUMENTOS Los defensores intentaron buscar argumentos para justificar el retraso pero el magistrado no se lo permitió. Pasó a leer los cargos de los que Jackson --en voz casi inaudible, según el relato de algunos de los 60 periodistas que pudieron entrar sin cámaras en la sala junto a 60 admiradores del artista y sus familiares-- se declaró no culpable: siete por cometer actos lascivos con un menor de 14 años y dos por emborracharle.

Tras la declaración de inocencia, el juez fijó la vista preliminar en la que se decidirá la fecha de inicio del juicio para el viernes 13 de febrero. Luego, decidió mantener sellados documentos, como la orden de arresto por la que Jackson se entregó el 20 de noviembre y la orden de registro que se ejecutó días antes en Neverland, el rancho del cantante en California, donde supuestamente se produjeron los abusos sexuales.

Desde la noche anterior, decenas de admiradores de Jackson hicieron una vigilia ante el tribunal.