Un avión volando demasiado bajo, demasiado cerca de los rascacielos de Manhattan. Aunque hubieran pasado más de siete años desde los atentados del 11-S, la imagen que aquel frío 15 de enero del 2009 vieron cientos de neoyorquinos desde sus ventanas o a pie de calle despertó viejos escalofríos. Pero ese Airbus A-320 de 70 toneladas, al que un encuentro con una bandada de gansos del Canadá menos de dos minutos después de despegar del aeropuerto de La Guardia había inutilizado los dos motores, acabó amerizando en el río que separa Nueva York de Nueva Jersey. El vuelo 1549 de US Airways que tenía como destino Charlotte (Carolina del Norte) pudo acabar en tragedia, pero lo que acabó siendo es lo que incluso el entonces gobernador, David Paterson, bautizó como «el milagro en el Hudson»: un incidente aéreo en el que sobrevivió todo el pasaje, 150 pasajeros y los cinco miembros de la tripulación. Y con el milagro nació un héroe: el capitán Chesley Sullenberger III, el Sully al que ahora da vida en el cine Tom Hanks.

Desde el primer momento el piloto fue identificado como el obrador de ese «milagro», otra clave que evitó congelaciones y más hipotermias en un río helado y con el termómetro a siete grados bajo cero. Y no era solo que el experimentado comandante con 19.000 horas de vuelo a sus espaldas, hubiera conseguido lo que nadie antes. Había detalles, como el que contó ese mismo día el entonces alcalde Michael Bloomberg, que relató cómo el piloto, el último en salir del avión, no evacuó hasta darse dos paseos por el interior de la cabina antes para asegurarse de que no quedaba nadie. Fue también el primer edil quien resumió el aplomo y el carisma de Sully dándole el apodo «Capitán cool».

Decisión correcta

Como retrata Sully, la película de Clint Eastwood, las autoridades de seguridad en el transporte cuestionaron que el piloto hubiera tomado la decisión correcta. Pero para los estadounidenses, el copiloto, las tres azafatas y, sobre todo, Sully, entraban inmediatamente en el panteón de sus héroes.

Con todos los focos en él, Sullenberger aprovechó también para denunciar los recortes en los salarios y las pensiones de los pilotos y alertó de la tendencia de contrataciones en las aerolíneas que priman el ahorro sobre la seguridad.

Retirado en el 2010, Sully se convirtió también en conferenciante y fue contratado como experto en aviación por una cadena de televisión. Ahora llega la película de Eastwood. Y resucitan el milagro y el héroe del Hudson, aunque él siempre haya buscado explicaciones más humanas a lo que sucedió, como dijo en una entrevista: «Durante 42 años he estado haciendo ingresos pequeños y regulares en el banco de la experiencia, la educación y la formación. Y el 15 de enero había suficiente en la cuenta como para que pudiera sacar mucho», reconoció. H