El saqueo de los fondos de la Fundació Orfeó Català y del Consorci del Palau de la Música, en el que están representados la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Cultura, fue descarado. Fèlix Millet, expresidente de la institución, y Jordi Montull, su mano derecha, no utilizaron dinero de la entidad solo para hacer obras de reforma en sus respectivas viviendas en L´Ametlla del Vallès y Teià, en Barcelona, sino también para sufragar gastos como la reparación de una cafetera, la compra de un flotador para la piscina, el pulimento del mármol de un baño, el montaje de unas persianas eléctricas, la sustitución de enchufes o la revisión de una instalación de climatización. Lo detallan los Mossos d´Esquadra en un informe remitido al juez Juli Solaz, que investiga la apropiación de millones de euros de las arcas del Palau.

El principal beneficiario de este desvío de fondos fue Millet, aunque el ejecutor del plan fue el exdirector de administración, Montull, que también sacó tajada del fraude. Pero no solo él, sino también, y de una forma espectacular, su hija Gemma, asimismo imputada, a la que la fundación pagó la reparación de una barbacoa y una caldera, la instalación de dos duchas termostáticas, la reforma del jardín, la pintura de un sótano y el montaje de muebles de Ikea.

Laia Millet, la hija del expresidente del Orfeó, no desembolsó ni un euro para solucionar la avería del videoportero de su casa y la reparación de un depósito de agua. Estos trabajos los hizo la empresa Instalaciones y Mantenimientos Técnicos de Catalunya-IN2, que en las facturas giradas a la entidad hacía constar, por ejemplo, inexistentes trabajos en el edificio del Palau.

El informe refleja las facturas de la empresa, que demuestran que en el 2008 y el 2009 facturó 44.568 euros a la fundación por servicios en las viviendas de Millet, Montull y sus hijas. Ante el juez, Millet admitió que desvió 1,3 millones de euros del Palau para obras en sus viviendas.