Las inundaciones en el estado mexicano de Tabasco siguieron ayer en niveles críticos y con más de un millón de damnificados, la mayoría en la capital Villahermosa, que está inundada en tres cuartas partes de su territorio.

Más de 100.000 personas permanecen en los techos y niveles altos de las casas de Villahermosa a la espera de ser rescatados al cumplirse en el quinto día de las inundaciones causadas por los ríos Grijalva, Samaria y Carrizal, confirmaron las autoridades de Protección civil.

Miles de hombres, mujeres y niños prácticamente viven en los techos de sus casas a la espera de que una embarcación llegue en su rescate, pudo constatar Efe durante un recorrido por varias zonas de Villahermosa.

Cuando las personas oyen el sobrevuelo de un helicóptero, alzan las manos para llamar la atención debido a que no pueden esperar un día más por el hambre y el frío.

Otros miles se mantienen atrapados en algunas zonas que se han salvado de la inundación; en el centro de Villahermosa, las personas esperan ser llevados a los albergues para recibir alimentos.

"No sé a dónde ir, nos rescataron pero de aquí no sabemos quién nos ayudará", dijo Margarita Pérez.

El único momento feliz es que su hija Sherlin, un bebé de un mes, resistió el desbordamiento del río Grijalva.

La mayoría de los damnificados no pudo salvaguardar sus pertenencias.