Investigadores de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) presentaron ayer un sensor miniaturizado y portátil que permite realizar pruebas de ADN y obtener el resultado en minutos, lo que agilizará, entre otros procesos, los test de paternidad y de toxicidad de nuevos fármacos, la detección de infecciones como la salmonelosis y la determinación de si un producto tiene trazas transgénicas. Los investigadores creen que, si se fabricara industrialmente, el coste y su uso serían similares a los de las pruebas de embarazo que se venden en las farmacias.

El aparato, desarrollado por un equipo encabezado por Salvador Alegret, Manuel del Valle y María Isabel Pividori, se basa en unos nuevos genosensores del tamaño de una uña que reconocen una sustancia por su interacción química con el sensor y, luego, traducen esa interacción en una señal eléctrica que se puede medir. "Proponemos un método más rápido que el tradicional, que actualmente necesita entre tres y cinco días en dar un resultado preventivo y un par más para confirmarlo", explicó ayer Pividori, del Departamento de Química de la UAB.

Según los científicos, con los nuevos sensores el tiempo de identificación de un foco de infección de legionela, por ejemplo, se reduciría a sólo 30 minutos los dos días que se necesitan actualmente con las técnicas tradicionales de cultivo biológico. Asimismo, las pruebas realizadas en la UAB han sido capaces de detectar salmonela en una mayonesa en cuatro horas y media, mientras que antes se tardaba entre 3 y 5 días. También podría servir, añaden, para otras bacterias como el Campylobacter o la listeria.