El accidente ferroviario más grave en la historia reciente de España será objeto de debate en el Congreso. Por una vez no habrá trabas, ya que los máximos responsables de los organismos involucrados pidieron ayer comparecer por cuenta

propia: la ministra de Fomento, Ana Pastor, el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, y el responsable máximo de Adif, Gonzalo Ferre. Los tres registraron sus solicitudes una vez concluidos los tres días de luto oficial decretados por el Gobierno, en un día de rara consonancia política en que la mayor parte de los partidos de la oposición movieron ficha en la misma dirección. Todos quieren escuchar las explicaciones de los responsables.

A las críticas que ya circulan porque Pastor no ha ofrecido hasta ahora ni una rueda de prensa para dar explicaciones, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Merino, dijo que "lo primero" era atender a las víctimas, y que la ministra tiene derecho a disponer de toda la información sobre el siniestro (hasta ayer no se abrió la caja negra) antes de comparecer. La expectativa sobre sus explicaciones ante el Congreso las resumió el secretario de Ciudad y Política Municipal del PSOE, Gaspar Zarrías, al anunciar que su partido analizará "detenidamente" la información "que venga del Gobierno".

ALTAS HOSPITALARIAS Todo esto mientras los heridos salen poco a poco de los hospitales. Sesenta y seis personas seguían ayer ingresadas en los centros gallegos, 3 menos que el día anterior; 15 se encuentran en estado crítico, es decir, 7 menos que el lunes.