La Comisión Nacional de Sanidad de China informó hoy de un nuevo fallecimiento por el coronavirus SARS-CoV-2, primera vez que el país asiático anuncia una muerte por esta causa desde el pasado 17 de mayo, mientras llega el comité de la OMS que investigará en Wuhan el origen de la pandemia.

China sin embargo negó la entrada a dos de los miembros de este equipo de la Organización Mundial de la Salud después de que ambos dieron positivo por anticuerpos covid-19, informó el Wall Street Journal.

Según las autoridades sanitarias, el último deceso se produjo en la provincia nororiental de Hebei, que circunda Pekín, y que es escenario de un rebrote que ha llevado al cierre de tres ciudades, entre ellas la capital provincial, Shijiazhuang, de 11 millones de habitantes.

Con este nuevo deceso, la cifra oficial de fallecimientos por covid en la China continental se sitúa en 4.635.

El país, donde se detectó por primera vez el covid-19 hace un año, había conseguido erradicar la pandemia desde la primavera pasada, gracias a contundentes medidas de control de los desplazamientos, la mascarilla generalizada y los confinamientos y aplicaciones de rastreo de los teléfonos móviles.

Pero en los últimos días, han vuelto a surgir varios brotes en el país, aunque todavía está muy lejos de los casos que se registran en otras partes del mundo.

Mientras tanto, imágenes retransmitidas por la cadena estatal CGTN mostraron hoy la llegada del equipo al aeropuerto de la ciudad y su recibimiento por parte de personal enfundado en trajes blancos de protección.

El equipo deberá seguir el protocolo de prevención contra la covid del país asiático y guardar cuarentena durante 14 días antes comenzar sus pesquisas sobre el terreno, agregaron hoy varios medios oficiales del país asiático.

La misión, "prioritaria" para la OMS, está formada por científicos de diversas organizaciones internacionales provenientes de EE UU, Japón, Rusia, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Australia, Vietnam, Alemania y Catar.

La llegada del equipo causó polémica en las últimas semanas después de que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmase estar "muy decepcionado" por las trabas que Pekín estaba poniendo a la misión, aunque las autoridades chinas negaron estar poniendo impedimentos.

El etíope había elogiado continuamente a Pekín por su colaboración en la pandemia a lo largo de 2020, algo que le valió duras críticas en Occidente, especialmente por parte de Estados Unidos, cuyo Gobierno ha acusado repetidamente a China de ser la culpable de la propagación mundial del coronavirus.

El objetivo de la misión es encontrar el posible origen animal del SARS-CoV-2 y sus canales de transmisión al ser humano; pese a que la teoría inicial es que se propagó a través de un mercado de productos frescos y animales en Wuhan, la prensa oficial china ha impulsado en los últimos meses una narrativa alternativa que asegura que ese brote se podría deber a alimentos congelados procedentes de otros países.

En ese sentido, la agencia estatal Xinhua se apresuró hoy a defender la "buena predisposición" del país respecto a este viaje: "China apoya una investigación científica y basada en los hechos", indica el medio en un editorial publicado este jueves.

Aunque expertos de la OMS ya visitaron China con este propósito en febrero y julio del año pasado -sin que trascendieran demasiados detalles-, la organización de esta misión se ha demorado durante meses y ha estado rodeada de secretismo, tanto por parte de ese organismo como de las autoridades chinas.