El peligro de que los adolescentes se enganchen a los cigarrillos electrónicos crece. Alrededor de la mitad de los españoles de entre 14 y 18 años han probado estos artilugios alguna vez, según los resultados provisionales de la encuesta Edades 2018-2019 adelantados ayer por la delegada del Plan Nacional sobre Drogas, Azucena Martí, quien recordó que en el trabajo anterior, relativo al periodo 2015-2016, había vapeado uno de cada cinco jóvenes.

El dato se dio a conocer durante la presentación de la primera campaña realizada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social para alertar sobre los riesgos que conlleva el uso de nuevos productos de tabaco como los cigarrillos electrónicos, los dispositivos de calentamiento de tabaco, las pipas de agua y los vapeadores.

La ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, advirtió de que muchos jóvenes que los utilizan no fumaban antes, por lo que son una «puerta de entrada» al consumo de tabaco, sustancia vinculada a unas 50.000 muertes anuales. «Con esta campaña, que lleva por lema El tabaco ata y te mata, queremos que los jóvenes no tengan ya ninguna duda de que todas las formas de fumar generan adicción y son perjudiciales para la salud», subrayó Carcedo.

MISMOS RIESGOS / Por su parte, la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, avisó de que tanto el tabaco calentado como los cigarrillos electrónicos tienen los mismos riesgos atribuibles al tabaco y, en concreto y en muchos casos, a la nicotina. «Ya hay evidencias científicas a corto plazo de que los efectos a los cinco minutos de fumar un cigarro electrónico son similares a los del humo del tabaco y de que puede producir cambios permanentes en la función pulmonar», apostilló. Estos productos emiten asimismo partículas y sustancias cancerígenas para las personas que los inhalan de forma pasiva, al igual que el humo del tabaco.