La siniestralidad en Semana Santa ha vuelto a poner de manifiesto que la mayor parte de los accidentes mortales se producen por la noche, en carreteras secundarias, por salidas de la vía y con unos viajeros que no habían hecho un sencillo gesto: ponerse el cinturón. Diez de los 22 fallecidos en turismo durante el periodo festivo iban sin el dispositivo de seguridad, a los que hay que sumar uno de los cuatro muertos en furgoneta. La diferencia entre usar o no el cinturón, reiteró ayer Alfredo Pérez Rubalcaba, es salvar o no la vida. "Quizá la mitad de los fallecidos se habrían salvado de llevar el cinturón", dijo el ministro.

En total, fallecieron 44 personas (22 en turismo y el resto a pie, en moto u otros vehículos) del 26 de marzo al 5 de abril, dos menos que en el 2009. Además hubo 223 heridos graves, 63 menos que el año pasado. En Extremadura no hubo ninguna víctima mortal. Estas cifras demuestran, según Rubalcaba, que la siniestralidad en las vacaciones de Pascua se ha "estabilizado" por debajo de la mitad de lo que era habitual hasta hace tres años. Así, del 2004 al 2007, mientras el número de víctimas descendía mes tras mes, en Pascua superaban las 100. "La Semana Santa tardó en dar resultados, pero las cifras de este año demuestran que ya se comporta como el resto del año", explicó.

Rubalcaba reconoció, no obstante, que los primeros días "fueron muy malos", lo que causó "preocupación" en los responsables de Tráfico. Por ello, distribuyeron a los medios unos vídeos con accidentes que, unidos a la publicación de las cifras, "sin duda algún efecto tuvieron".

El análisis pormenorizado de los accidentes demuestra un incremento de 15 puntos (del 37% al 52%) de los siniestros causados porque el vehículo se salió de la carretera. De los 23 fallecidos por esta causa, la mitad perdieron la vida por la noche.