La quema de las basuras por parte de los napolitanos ha provocado durante la noche cerca de 90 incendios, que tuvieron que ser controlados por los bomberos, y ha aumentado el riesgo de la contaminación ambiental. Ante el mal olor, la falta de higiene y la imposibilidad de pasar por las calles de Nápoles (sur de Italia), los vecinos se saltan la prohibición de quemar los residuos y prenden fuego a las montones de desperdicios que se acumulan ante sus casas. También durante la noche, los ciudadanos como protesta acumularon los cubos y montones de basura en medio de las carreteras bloqueando la circulación de los vehículos.

Esta situación de crisis es recurrente en Nápoles desde hace catorce años debido a la falta de vertederos y tuvo su último pico a principios de este año, cuando el Gobierno de centroizquierda de Romano Prodi envió al Ejército para intentar acabar con el problema. El nuevo Gobierno, el del conservador Silvio Berlusconi, celebrará su primer Consejo de Ministros el día 21 en Nápoles y en el orden del día figura abordar la crisis de las basuras. Según los medios de comunicación italianos, Berlusconi tiene ya pensado afrontarla proponiendo diez nuevas áreas donde poder construir vertederos, ya que otro de los problemas es que algunos de los vecinos se oponen a que estén cercas de sus casas. Asimismo, Berlusconi indicará la necesidad de acelerar la construcción de incineradoras de residuos, así como podrá llamar al Ejército para que colabore en las tareas de recogida y limpieza de la zona.

El presidente del Colegio de Médicos de Nápoles, Giuseppe Scalera, destacó ayer que la situación higiénica en la ciudad y provincia de Nápoles, donde se acumulan miles de toneladas de desperdicios, está "al límite" y se puede convertir en "dramática". Por su parte, el delegado de Gobierno en Nápoles, Alessandro Pansa, aseguró en una entrevista publicada hoy en el diario "La Stampa" que "la situación está bajo control y que no existe emergencia alguna". Pansa anunció además que hoy se reanudarán el transporte de la basura por tren hacia Alemania, que permitirá deshacerse diariamente de cerca de mil toneladas de desperdicios, y que la ciudad volverá a estar limpia en algunos días.