El Nuncio del Papa en España, Manuel Monteiro, afirmó ayer que la aparición de noticias sobre casos de pederastia de sacerdotes católicos "todos los días en primera página en ciertos medios de comunicación" supone una "discriminación" contra Iglesia Católica "con mala intención". "Si usted ve las estadísticas de órganos internacionales sobre pederastia, los casos que suceden con curas vienen en último lugar", dijo y preguntó: "¿Por qué la Iglesia debe pagar y las otras entidades no?".

"Lea los periódicos, va a encontrar los mismos casos todos los días, a veces dándole una pagina entera, ahí se ve mala intención", señaló el Nuncio, para quien "eso se llama discriminación, por más que uno quiera ser bueno".

Monteiro hizo estas declaraciones en Aranjuez, donde impartió una conferencia, dentro del curso de la Universidad Rey Juan Carlos titulado Inmigración: modelos de integración , en la que resaltó los "evidentes" puntos de encuentro entre cristianos y musulmanes: "Todos nosotros creemos en Dios", declaró.

DECALOGO COMUN A su juicio, si cristianos, judíos y musulmanes "se concentran en los Diez Mandamientos, el decálogo común" la religión puede servir "para unir a la humanidad entera". En cuanto a la situación de otras confesiones religiosas en España, dijo que "como todos los países de raíces cristianas, sin excepción", España "acoge muy bien a todo ser humano que está en sus territorios".

Ante la pregunta de si esta tolerancia hacia otras creencias se da también en países musulmanes, respondió: "en ciertos países no se puede entrar con una Biblia o una cruz o no se pude ni siquiera rezar en privado porque lo llevan a prisión" y añadió: "En un país musulmán cuyo nombre no voy a decir, la primera iglesia católica, construida recientemente, la incendiaron".

En esta línea, Monteiro indicó que el trato que España da a los inmigrantes, "sobre todo en los últimos meses", constituye "un modelo para el mundo entero".

"Los barcos van a traer a la gente y los tratan muy bien, algunos hacen heroicidades para ayudarlos", recalcó.

Con respecto a su labor en la Nunciatura, explicó que trabaja para lograr "las mejores relaciones entre España y el Gobierno central de la Iglesia Católica" y manifestó que su "misión" es ofrecer "los valores de la dignidad en todos los lugares".