El subinspector y el escopetero de los Mossos d’Esquadra acusados de la mutilación de un ojo de Ester Quintana han declarado este lunes en el juicio que se celebra contra ellos que en la zona donde cayó herida la mujer dispararon “una o dos salvas” para “hacer ruido”, pero no pelotas de goma. Durante su interrogatorio sembraron dudas sobre la actuación de los compañeros de otra furgoneta policial, que fueron expedientados por ocultar información. “Me dijeron que no recordaban nada de esa intervención y eso no es posible”, ha explicado el subinspector juzgado.

La fiscala Marta Marquina ha mantenido la petición de dos años de prisión e inhabilitación de cuatro años por un delito de lesiones por imprudencia para los dos mossos acusados, a los que responsabiliza de haber lanzado la pelota de goma que dejó tuerta a Quintana. La acusación particular ejercida por la abogada Laia Serra, en nombre de la lesionada, nueve años de cárcel. Las abogadas defensoras Olga Tubau y Lidia Lajara reclaman la absolución, al entender que los policías que se sientan en el banquillo no dispararon pelota de goma alguna.

Los dos acusados no se han movido ni un milímetro de sus linea de defensa. Tanto el escopetero como el subinspector, que han declarado durante un poco más de un hora, han asegurado que el 12 de noviembre del 2012, durante la huelga general y tras la manifestación convocada por la tarde en el centro de Barcelona, solo se lanzaron salvas en la confluencia de la Gran Via y el paseo de Gràcia. El subinspector ha recalcado que en ese momento no hacía falta avisar por megafonía que la gente congregada (unas 50 o 60 personas) se dispersara, pues ya lo había hecho al inicio de la intervención en Via Laietana.

ORDEN DE DISPARAR

El subinspector y el escopetero, que se han negado a responder a las preguntas de la acusación particular, han insistido en que su actuación fue correcta y dentro de los parámetros marcados por la normativa sobre manifestaciones. El escopetero han admitido que cuando estaba en el furgón el subinspector le dio la orden de lanzar salvas y que así lo hizo cuando bajó con su arma. “Yo recuerdo una, aunque siempre he dudado entre una o dos”, ha dicho.

El escopetero acusado ha agregado que es día no disparó ninguna pelota de goma y ha lanzado sospechas sobre sus compañeros de otra furgoneta, la 414, que también se situó en la confluencia de la Gran Via con el paseo de Gràcia, lugar desde donde, según las acusaciones, partió el proyectil que impactó en el ojo de Quintana.

Según este agente, en una reunión los miembros del 414 dijeron que no habían bajado de la furgoneta, cuando en el juicio han dicho que si lo hicieron. El escopetero también ha afirmado que ellos tiraron durante todos el día dos proyectiles viscoláticos y que los miembros de la 414 ocho, “de los que seis no recordaban dónde los habían disparado”.

FALTA DE MEMORIA

El subdirector que también se sienta en el banquillo ha corroborado la versión del escopetero y ha admitido que le ordenó lanzar salvas para “hacer ruido” y las personas congregadas en el paseo de Gràcia. Y que después, “al conseguir este objetivo”, mandó encochar y se fueron del lugar. El subdirector comandaba a tres furgonetas, entre ellas la 414. El agente acusado ha explicado que en base a sus 15 años de experiencia en los antidisturbios es normal que en una intervención los policías que actúan no se acuerden de todo, pero si de lo que han hecho cada uno. “Cuando en una furgoneta (en relación a la 414) nadie se acuerda de nada, pues hombre….”

Está previsto que el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona continúe este miércoles con los informes de la fiscala, la acusación particular y las defensas. Después, el juicio quedará visto para sentencia.