Los agentes de la policía científica de los Mossos d’Esquadra, así como los técnicos de Gas Natural, aún no han podido realizar una inspección técnica minuciosa de la vivienda donde se produjo la explosión mortal del pasado domingo en Premià de Mar (Maresme) debido a los graves daños que ha sufrido el edificio, que podría sufrir derrumbamientos.

La inspección prevista para este martes ha sido suspendida a la espera de que los expertos del cuerpo de bomberos, arquitectos e ingenieros municipales autoricen la entrada al inmueble que, de momento, está desaconsejada. No se ha podido asegurar la estructura.

INVESTIGACIÓN ENTORPECIDA

Esta inspección por parte de la policía científica debe aportar nueva información que aclare el origen de la deflagración. No obstante, tras la potente detonación y el incendio que arrasó la vivienda, recabar pruebas será una labor complicada y cabe la posibilidad de que nunca se lleguen a definir las causas.

Hasta el momento no hay suficientes pruebas para determinar si se trata de una explosión de gas natural (es la principal hipótesis) ni tampoco si fue accidental o intencionada. Las pesquisas policiales avanzan muy lentamente.

TESTIMONIO CRÍTICO

A falta de indicios tangibles, el testimonio del herido más grave del suceso, que se encontraba en el piso donde se originó la deflagración y residía la víctima mortal, puede ser crucial en esta investigación. Por su estado de salud, la policía todavía no ha podido tomarle declaración.

Se encuentra hospitalizado en la Unidad de Grandes Quemadosdel Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, en estado grave,aunque con señales de mejora. Al parecer, podría tratarse de la pareja de la fallecida en el siniestro, según indican los vecinos.

En un intento de avanzar la pesquisa, la policía está recogiendo testimonios en el entorno cercano de la víctima mortal y también de los vecinos, tanto afectados como no afectados.

BAJO SECRETO DE SUMARIO

El juzgado que instruye el caso ha decretado secreto de las actuaciones por lo que los Mossos y el Ayuntamiento de Premià mantienen silencio. Los vecinos y el entorno cercano a la fallecida han relatado a la policía posibles fuertes discusiones en el piso siniestrado y un divorcio truculento con el ex marido de la víctima. También señalan que una explosión de tal envergadura dificilmente sea fortuita. La autopsia de la mujer fallecida en la explosión no ha aportado datos relevantes. Mañana miércoles está previsto su funeral.

EFECTOS DE LA EXPLOSIÓN

Los efectos de la deflagración también siguen causando perjuicios entre los vecinos de la Gran Via de Lluis Companys. Después de que ayer la policía desalojara un cuarto edificio por daños estructurales causados por la onda expansiva de la detonación, ya son 80 vecinos los que no pueden regresar aún a sus casas.

La estructura del edificio ha quedado muy dañada y debilitada. Existe peligro de desprendimiento de una de las fachadas e incluso un posible derrumbamiento de los pisos más afectados por la explosión, según han declarado fuentes policiales, por lo que la zona acordonada ha sido ampliada desde este martes por la mañana.

Asimismo, los residentes del número 39 de la calle Elisenda de Montcada, que tuvieron que dejar el edificio el lunes por la tarde, se les ha informado de que no podrán volver durante los próximos días. En caso de derrumbamiento, los elementos podrían caer directamente sobre este bloque. Esta mañana han contado con un breve momento para recoger sus enseres personales de sus casas.

ESTADO DEL EDIFICIO

El lunes, los vecinos ya señalaban que había pisos que se habían quedado sin suelo o tabiques y que era imposible su acceso, incluso con la ayuda de los bomberos. Un día después, una de las grietas que se originó a causa de la fuerte detonación, ocurrida en el segundo primera, se ha agrandado considerablemente en las últimas horas, por lo que se han suspendido absolutamente todas las entradas al edificio.

El ayuntamiento busca una solución más permanente para los vecinos que todavía no saben cuándo podrán volver a sus casas, o si podrán. De momento, la mayoría han sido acogidos por familiares y amigos aunque también han puesto un hotel de Vilassar de Mar para las familias que lo necesiten.

Según Antoni Subirà, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Premià de Mar, el estado actual del inmueble es “rehabilitable”.