Un activista antifascista de 17 años murió hoy tras ser apaleado por un grupo de neonazis en la república rusa de Udmurtia, cerca de los Urales, informaron hoy fuentes hospitalarias. Stanislav Korepanov murió en el hospital número 7 de Izhevsk, capital de Udmurtia, tras seis días en estado de coma, según el diario digital Gazeta.ru.

Según testigos presenciales, el activista fue atacado por siete cabezas rapadas cuando montaba en monopatín en una céntrica plaza de esa ciudad. Korepanov, que fue hospitalizado con traumatismo craneoencefálico, nunca llegó a recuperar la consciencia. En relación a este caso, la policía detuvo a cuatro jóvenes sospechosos con edades comprendidas entre los 17 y 20 años, de los que uno de ellos, con antecedentes penales, ya confesó su culpabilidad.

Según el centro analítico de derechos humanos Sová, 54 extranjeros fueron asesinados y más de 500 resultaron heridos en ataques perpetrados por grupos neonazis en 2006. Las víctimas de esos ataques xenófobos son principalmente inmigrantes procedentes de las antiguas repúblicas soviéticas del Cáucaso y Asia Central, aunque los cabezas rapadas también atacan a los estudiantes extranjeros de origen africano, árabe y asiático.

Tres universitarios rusos colocaron en agosto de 2006 una bomba que segó la vida de siete asiáticos en uno de los mercados más concurridos de Moscú. Mientras las autoridades calculan el número de "cabezas rapadas" en no más de 6.000, grupos de derechos humanos hablan de 50.000, sin contar los grupos de nacionalistas rusos que comparten su ideología xenófoba.