La astrónoma estadounidense Vera Rubin, cuyas investigaciones aportaron la primera evidencia firme sobre la existencia de la materia oscura, falleció el domingo a los 88 años por causas naturales en la localidad de Princeton (Nueva Jersey), donde vivía, según ha informado su hijo. Vera fue la segunda mujer en ingresar en la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y una eterna candidata al premio Nobel.

Rubin nació en Filadelfia en 1928, hija de dos inmigrantes judíos procedentes de Lituania y Besarabia. Empezó a interesarse por la astronomía desde joven. Su padre, Philip Cooper, un ingeniero electrónico, le ayudó a construir un telescopio y la llevaba a reuniones de aficionados a la astronomía.

Tras graduarse en la Universidad Vassar en 1948, intentó proseguir sus estudios de astronomía en Princeton, pero fue rechazada porque en aquel entonces no se permitían mujeres en esa especialidad. Finalmente logró estudiar física en Cornell bajo la dirección, entre otros, de Philip Morrison y Richard Feyman. Luego obtuvo su doctorado en la Universidad de Georgetown, donde fue profesora durante varios años, y también trabajó en la Institución Carnegie de Washington. En 1965, Rubin se convirtió en la primera mujer con permiso para usar los instrumentos del Observatorio Monte Palomar.

TRABAJO CON KENT FORD

En los años 70 del pasado siglo, Vera Rubin, en colaboración con su colega Kent Ford, que había desarrollado un espectrómetro avanzado para medir la velocidad de las estrellas, comprobó que existía una discrepancia entre el movimiento angular previsto por la física de Newton y Kepler y el movimiento angular observado en las galaxias: las estrellas más externas giraban demasiado rápido como para que la gravedad fuera todo lo que mantuviese la galaxia unida. Tenía que haber al menos diez veces más materia oscura -una masa que no emite luz- que materia visible. El primer indicio de que existía la materia oscura se produjo en 1933, cuando el astrofísico de origen búlgaro Fritz Zwicky lo propuso, pero no se pudo confirmar hasta los trabajos de Rubin.

Vera calculó que más del 50% de la masa de las galaxias estaba formada por un halo de materia oscura que se puede inferir a través del efecto gravitacional que produce. Sus resultados fueron presentados a la Sociedad Astronómica Estadounidense en 1975.

Como explica Neta Bahcall, de la Universidad de Princeton, en declaraciones a la agencia Reuters, "Vera fue una científica increíble y un increíble ser humano. Una astrónoma pionera, 'madre' de las curvas de rotación planas y de la materia oscura, una defensora de la mujer en la ciencia, una mentora y un modelo para generaciones de astrónomos".