Un niño de unos 2 años que ingresó el pasado domingo día 19 en el Hospital de Mataró con síntomas equivalentes a los de la infección por enterovirus murió horas después a consecuencia de un paro cardíaco ocurrido en el mismo centro, han informado fuentes de la Consejeria de Salud.

Los análisis víricos realizados con muestras del pequeño no han hallado hasta ahora trazas del enterovirus, y, en concreto, de la cepa A71, que afecta a la mayoría de niños afectados por el brote que se inició en Cataluña a principios de mayo. Un total de 12 menores permanecen hospitalizados en varios hospitales, cuatro de ellos en unidades de cuidados intensivos.

El brote ha afectado a un centenar de niños. Una niña de trs años, que sufrió la infección a partir de una cepa distinta a la que afecta a la mayoría, sufre parálisis como consecuencia del contagio. Existen más de un centenar de serotipos de enterovirus, la inmensa mayoría de los cuales causan infecciones leves en las vías respiratorias o procesos gastrointestinales que dan lugar a vómitos y diarreas durante dos o tres días. Aparecen al principio de la primavera o el otoño, también en verano y, en ocasiones, en invierno.

Los casos detectados en Catalunya causan síntomas como dificultad para respirar, imposibilidad de tragar alimentos o líquidos, dificultad para movilizar brazos o piernas, descoordinación de las extremidades, convulsiones, temblor generalizado, somnolencia profunda y fiebre son los síntomas principales, que pueden agravarse hasta el paro cardiaco.

La inflamación del bulbo raquídeo puede conducir a una paralización definitiva o transitoria de partes del cuerpo. Alguno de los niños hospitalizados han sufrido paresias en brazos y piernas -adormecimiento que precede a la parálisis- pero, salvo en el caso de una niña de 3 años que se encuentra ingresada en el Institut Guttmann, en todos los casos ese proceso ha sido reversible.