La Guardia Civil y la Gendarmería Real marroquí investigan la muerte de un inmigrante subsahariano durante el asalto que un grupo de 300 africanos llevó a cabo el domingo por la noche para intentar franquear la doble alambrada que separa Melilla de Marruecos. Varios inmigrantes que participaron en esa tentativa acusaron a los guardias civiles que custodiaban la frontera de "matar a culatazos" al joven, de origen camerunés, un extremo negado ayer por la Delegación del Gobierno.

Las autoridades marroquís de la provincia de Nador informaron de la existencia de un cadáver, perteneciente a un camerunés de 17 años identificado como Joe. No confirmaron, no obstante, un segundo fallecimiento que también denunciaron los sin papeles.

LA INVESTIGACION Ayer, la delegación explicó que altos mandos de la Guardia Civil se reunieron con responsables de la Gendarmería para colaborar en la investigación que llevan a cabo las autoridades de Rabat, pues el cuerpo apareció en Marruecos.

"Vimos cómo nuestro compañero era golpeado por la Guardia Civil hasta la muerte", explicó un inmigrante que participó en el asalto. "Después de matarlo, abrieron la puerta de la alambrada y tiraron su cadáver como un perro a territorio marroquí", afirmó.

Médicos Sin Fronteras confirmó que sus miembros vieron cómo agentes de la Gendarmería trasladaban el cadáver de un subsahariano que presentaba contusiones, pero no heridas de bala. Esta ONG informó de que, además, tres subsaharianos fueron trasladados al hospital de la ciudad marroquí de Nador gravemente heridos.

El presidente de la ONG Proderecho de la Infancia (Prodein), José Palazón Osma, denunció, según el testimonio de los inmigrantes, que el joven camerunés murió por los "culatazos" que le propinaron los guardia civiles en la refriega que se produjo entre los inmigrantes y los agentes que les impedían el paso. Palazón acusó a los agentes españoles que custodian la frontera de emplearse con "dureza con unas personas que sólo buscan una vida mejor".

COMUNICADO La Delegación del Gobierno en Melilla aseguró que "no hay constancia, hasta el momento, de ningún indicio que permita establecer relación alguna" entre la actuación de la Guardia Civil y la muerte. Horas antes, el delegado del Gobierno en Melilla, José Fernández Chacón, aseguró que lo único que sabía es que 40 subsaharianos se acercaron a la valla de Melilla con una camilla en la que llevaban un cadáver.