Al menos 13 personas murieron asfixiadas la noche del sábado en una estampida desatada en una discoteca de Perú cuando la policía irrumpió para impedir una fiesta prohibida por la pandemia de covid-19. La fiesta tuvo lugar en la discoteca Thomas Restobar, una vivienda de dos pisos de color celeste con licencia desde el 2016, en el municipio de Los Olivos, un populoso distrito al norte de Lima.

La policía allanó la discoteca donde 120 personas participaban en una fiesta convocada a través de las redes sociales, violando la norma que prohíbe reuniones grupales en Perú debido al estado de emergencia sanitario por el coronavirus.

"Frente a la intervención policial, que no empleó ningún tipo de arma o bomba lacrimógena, los asistentes a la fiesta intentaron escapar por la única puerta de ingreso, atropellándose y quedando atrapadas entre la puerta y una escalera de local", ha señalado el ministerio del Interior en un comunicado.

Aunque algunos participantes de la fiesta y vecinos han refutado la versión policial de haber prescindido de los gases lacrimógenos. "Parece que la policía ha entrado y les ha tirado bombas lacrimógenas y los han encerrado, y parece que esa gente ha muerto asfixiada", ha asegurado un vecino de la zona a la radio RPP.

Cárcel por saltarse el toque de queda

Entre las 13 personas fallecidas hay 12 mujeres y un varón, según ha informado la ministra de la Mujer, Rosario Sasieta que ha visitado el lugar de la tragedia y una clínica con los heridos. Y entre los heridos hay tres civiles y tres policías, que intentaron liberar y auxiliar a las personas atrapadas. También quedaron detenidas 23 personas.

Según diversos testimonios, el pánico se desató entre los varones una vez que un grupo de agentes entró en la discoteca y pidió a las mujeres que abandonaran primero el local. Un buen grupo de asistentes alcanzó a salir a la calle, pero otro quedó atrapado cuando los hombres corrieron hacia una escalera angosta y se toparon con la puerta cerrada.

La desesperación por evitar ser detenidos habría sido la chispa de la tragedia, ya que la norma peruana prevé penas de cárcel y sanciones pecuniarias equivalentes a 110 dólares a quienes incumplan las disposiciones por la pandemia, como participar en reuniones sociales.

Víctimas de entre 20 y 30 años

Las edades de las víctimas oscilan entre los 20 y 30 años, según reportes de la prensa. "Si yo sigo viva, Dios sabe porqué, mi compañera que estaba conmigo, murió en mis brazos", ha explicado a la prensa una desolada joven que asistió a la discoteca donde se celebraba un cumpleaños.

Cuando "la policía intervino, dijeron bajen las mujeres (...). Yo llevé cargada a mi enamorada, pero falleció camino al hospital", ha explicado a la radio RPP Franco Carrasco. "Nunca debió ocurrir, estamos en pandemia, en emergencia sanitaria. Pido la máxima sanción a los dueños de la discoteca, son prácticamente responsables", ha firmado la ministra de la Mujer.

Los familiares de las víctimas se han agolpado en la morgue de Lima para identificar los cuerpos. "Aún no traen el cadáver de mi hija. Me enteré que mi hija murió asfixiada hoy en la mañana. Desde hoy en adelante no hagan fiestas, no tengo dinero para sepultarla", ha lamentado al canal América Televisión Gregoria Velásquez, madre de Maryori Salcedo Velásquez de 26 años.

27.453 muertos y más de 585.000 contagios

Las autoridades sanitarias han anunciado que 15 de los 23 detenidos han dado positivo en pruebas serológicas de covid-19 en el centro policial de Los Olivos. "Hay un foco de infección muy grande del coronavirus (en la fiesta)", según el doctor Claudio Ramírez del Ministerio de Salud.

El toque de queda nocturno rige en todo Perú desde las 22.00 horas del sábado hasta las 04.00 horas del lunes, incluida toda la jornada dominical. Y las las reuniones sociales están prohibidas en todo el país para frenar la propagación del coronavirus, que ha dejado 27.453 muertos y más de 585.000 casos confirmados desde el primer contagio en marzo.

Con 33 millones de habitantes, Perú es el tercer país en América Latina en decesos por la pandemia después de Brasil y México, y segundo en contagios detrás del gigante sudamericano.