El verano está consolidando la tendencia a la baja en la siniestralidad de las carreteras iniciada hace unos meses. Julio ha acabado con un descenso del 8,5% en el número de muertos en las carreteras españolas en relación con el mismo mes del año anterior. En la operación salida de agosto se han contabilizado 19 muertos menos que el año pasado. Las nuevas políticas de mano dura con los infractores parecen estar dando resultados, porque obligan a los conductores a pensar en unas sanciones que les condicionan a la hora de apretar el acelerador.

El éxodo vacacional, que implica cada año a unos 40 millones de vehículos, suele ser el periodo con más siniestros en la carretera. De hecho, julio empezó con malos presagios. En cada uno de los dos primeros fines de semana se contabilizaron casi 40 muertos, con un importante porcentaje de víctimas menores de 30 años. Algunos siniestros han sido espeluznantes por su espectacularidad.

LAS MEDIDAS La alarma desatada en la opinión pública y las medidas tomadas por las autoridades de tráfico --controles de velocidad, alcoholemia, sillitas, chalecos y paneles luminosos con cifras de los muertos-- han logrado enderezar el rumbo.

Julio ha acabado con 353 fallecidos, 33 menos que el año anterior. La operación salida se ha saldado con 31 muertos, 19 menos que el año pasado. Si se compara con años en los que la operación salida duró también dos días y medio, la diferencia es muy similar. En 1998 hubo 51 víctimas mortales, y en 1999, 49. Las diferencias son notables y para tenerlas en cuenta.

DATOS ESPERANZADORES El director general de Tráfico, Pere Navarro, calificó de "esperanzadores" los datos y admitió que las iniciativas tomadas han contribuido a bajar la siniestralidad. Alertó, sin embargo, de que se trata sólo "de medidas puntuales que pierden eficacia en el tiempo" y que habrá que reforzarlas con los planes ya previstos: carnet por puntos, más radares, más agentes de tráfico y "retoques en el Código Penal". "No hay que confiarse. Sigue habiendo muchos muertos por exceso de velocidad, maniobras antirreglamentarias y distracciones", advirtió.

En el conjunto del año las cifras son aún mejores que las de julio.

En España los accidentes bajaron un 10,2%. La diferencia en números absolutos es de 228 muertos menos en España. Indudablemente las medidas puestas en práctica por la DGT son disuasorias.