España fue el año pasado el país europeo que más redujo la muertes de tráfico. La noticia, difundida hace unos días por un organismo consultivo de la Unión Europea, pasó casi desapercibida, pero al cerrar el mes de junio ha cobrado mucho más valor. La reducción de la siniestralidad durante el primer semestre de este año ha sido tan importante que el número de fallecidos roza ya la mitad de los que se se contabilizaron en el mismo periodo de hace ocho años. En España, la caída es del 45,2%, con los datos disponibles a las ocho de noche de ayer. Si las cosas siguen así en la segunda parte del año, el 2008 consolidará, sin duda, el liderazgo de nuestro país en la clasificación europea de la lucha contra la siniestralidad vial.

Las cifras son realmente espectaculares. En el 2000, hasta finales de junio, se habían matado en las carreteras españolas 1.912 personas. En ocho años estas cifras han bajado a 1.047

En el conjunto de España, el salto más grande en la reducción de muertes se está dando precisamente en lo que va de 2008. Respecto al año 2007, la caída en el número de fallecidos en el primer semestre ha sido nada menos que del 19,3%. Casi el 20% en tan solo un año.

Los expertos coinciden en señalar que el cerco progresivo a los infractores --que culminó con la entrada en vigor del nuevo Código Penal a finales del año pasado-- ha sido el factor decisivo en este descenso tan pronunciado. "Es el conjunto de medidas --los radares, el carnet por puntos, las campañas y el Código Penal-- lo que al final desemboca en que los conductores cumplen las normas y se reducen los accidentes", resume Anna Ferrer, la directora del Observatorio Nacional de la Seguridad Vial, que también cree que este año hay un factor adicional de la bajada: la situación económica. "Aunque no tenemos los datos, es indudable que el aumento del precio de los combustibles ha inducido una reducción de la movilidad", señaló.

INFORME EUROPEO Por otra parte, recordar que el informe del European Transport Safety da cuenta de que los franceses lograron una mínima caída de las muertes del 2,6% en el 2007, mientras que España se situó a la cabeza junto a Irlanda con el 7%. Por el contrario, los países nórdicos, acostumbrados a una siniestralidad muy baja, experimentaron incluso un sorprendente aumento: en Dinamarca las víctimas mortales crecieron el 34%; en Finlandia, el 12%, y en la modélica Suecia, el 6%. No obstante, señalar que estas cifras corresponden a los siniestros en carretera y ciudad.